Atrapado entre Dembélé y Setién

Quique Setién conversa con Ernesto Valverde antes de dar la campanada en el Camp Nou

Quique Setién conversa con Ernesto Valverde antes de dar la campanada en el Camp Nou / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

No ha sido, el pasado, un buen fin de semana para Valverde. El reconocimiento público de que tiene un problema con Dembélé mediante el castigo de no convocarle para el partido contra el Betis, acabó siendo un castigo para el propio equipo, que no pudo contar con un delantero de 145 millones cuando se trataba de remontar dos goles en casa. La imagen de Dembélé en la grada mientras en el campo el Betis estaba ganando por 0-2 hacía daño a los ojos. También el regreso del jugador a su localidad cuando ya había empezado el segundo tiempo delataba que el castigo no había surtido efecto precisamente.

El caso es que la derrota contra el Betis no ha hecho más que agravar el problema, pues deja al descubierto la gravedad de que el Barça afrontara un partido, y lo perdiera, sin los dos fichajes más caros de su historia: Coutinho, por lesión, sí, pero Dembélé por decisión técnica consecuencia de un conflicto que no se logra detener. Es una cuestión pendiente. 

EL BANQUILLO

La otra consecuencia del 3-4 del domingo fue el rebrote del debate sobre el entrenador. Sabido es que, pese a los resultados, Valverde es un entrenador cuestionado. Su gestión táctica no acaba de convencer pues, evidentemente, se aparta de la esencia del estilo Barça y solo ha faltado que fuera precisamente un equipo dirigido por un entrenador que sigue los principios del cruyffismo/guardiolismo para que vuelva a estar en la encrucijada. Sin duda, Setién desarboló a Valverde con las armas que se supone que debería utilizar el Barça. Control y fútbol de ataque, con jugadores de menor entidad, dejaron en evidencia al equipo azulgrana.

El domingo, sobre el terreno de juego del Camp Nou, hubo un equipo que sabía a lo que jugaba y otro que estaba desorientado tácticamente. Los cuatro goles del Betis van a pesar sobre la cabeza de Valverde tanto o más que los diez puntos de menos que el equipo lleva con respecto a la temporada pasada. Valverde acaba contrato, Setién se deja querer y le piropean Busquets e Iniesta... Si el Barcelona no gana la Champions, me da que Valverde ya tiene un relevo que concita máximo consenso.