Atención al talento ofensivo y al orden del PSG

Cavani, goleador del PSG

Cavani, goleador del PSG / sport

Pichi Alonso

Pichi Alonso

DOS EQUIPOS MUY SIMILARES

PSG y FC Barcelona son dos equipos con un perfil de futbolistas parecidos en sus respectivas plantillas. Ambos conjuntos presentan un sistema táctico con una tendencia clara a llevar la iniciativa y practicar un juego ofensivo. Además, los dos clubs se conocen a la perfección después de haberse enfrentado varias veces en la Champions League. Si atendemos a la calidad técnica de la plantilla del PSG, podríamos llegar a la conclusión que el conjunto galo es capaz de discutirle el balón al Barça. Sin embargo, no parece que Unai Emery tenga esas intenciones viendo su currículum en el pasado. En sus numerosos enfrentamientos contra el Barça –Almería, Valencia, Sevilla o Spartak Moscú–, siempre le ha gustado ir a remolque, mostrándose fuerte atrás e intentando salir al contragolpe.

No ha tenido suerte, pues los resultados han sido pobres y solo ha ganado al Barça en una ocasión. Es cierto, dirán muchos, que el potencial del PSG es muy superior al de los equipos entrenados anteriormente por Emery. Veremos cuál es su plan para el encuentro de ida de esta noche. Sea cual sea, para el Barça es vital ver portería. Los goles lejos de casa son básicos para la vuelta, como se demostró apenas hace dos temporadas, cuando el PSG venía con un 3-1 favorable y cayó eliminado en el Camp Nou ante un Barça mermado. Le ha costado a Emery imponer sus reglas, conseguir que su metódico trabajo táctico enlace con el talento de sus futbolistas, pero a decir verdad, en el último mes de competición, su equipo ha mejorado ostensiblemente y aún puede y debe progresar más. Tiene potencial más que sobrado para ello.

REPLETO DE GRANDES JUGADORES

 El PSG es un conjunto con grandes individualidades a las que se ha acusado de no formar un buen equipo, un buen bloque competitivo. Ese debió ser el motivo principal por el que se apostó por la figura de Unai Emery al frente del banquillo. El equipo ahora luce talento ofensivo, con gran capacidad para generar ocasiones de gol, pero al mismo tiempo encajando pocos –18 goles en 25 partidos disputados–. El portero frente al Barça podría ser Trapp, que acaba de salir de una lesión y ya disfrutó de unos minutos contra el Girondins. Bien en el juego aéreo, presenta dudas bajo palos. Emery alinea a laterales muy profundos que llegan constantemente al fondo, Menuier y Kurzawa, con una pareja de centrales en continua rotación por culpa de los problemas físicos. Marquinhos destaca por su velocidad y agilidad, mientras que Kimpembe –probable relevo de Thiago Silva– rompe con su juventud y poderío. Otro talento en clara evolución.

La principal duda está en el sustituto de Thiago Motta, el hombre guardia, que se ha convertido en el pivote por delante de los centrales, que tácticamente mantiene la posición y a la hora de jugar –casi siempre a uno o dos toques máximo– sus compañeros saben que lo tienen siempre por detrás. Krychowiak sería el recambio natural, pero el polaco no ha estado al nivel de juego que mostró en el Sevilla en ningún momento y las lesiones tampoco le han respetado. Si no está, o si no apuesta Emery por él, será Rabiot el recambio de Motta. Un excelente futbolista, con unas grandes condiciones técnicas, talento, pero sin la lectura ni condiciones defensivas para ser el medio que aporte equilibrio al equipo. Verratti es para mí su hombre timón, el jugador más parecido a Xavi Hernández de los que he conocido. Marca el ritmo, protege el balón como nadie, tiene una excelente visión del juego, le gusta combinar en corto y tal vez la diferencia respecto al azulgrana sea su carácter peleón sobre el terreno de juego. Sale de una lesión y es posible que le falte un poco de ritmo competitivo. Contrariamente, Matuidi es todo dinamismo, arriba y abajo, infatigable en el plano físico, sería el jugador ‘box-to-box’, de área a área, quizás el jugador menos dotado técnicamente del centro del campo, pero del agrado de todos los técnicos por su gran juego colectivo y espíritu de sacrificio durante los 90 minutos.

EL ATAQUE FRANCÉS

 En condiciones normales, Emery ha apostado por su particular tridente: Lucas Moura, por la banda derecha, Cavani ejerciendo de 9 puro y Draxler cayendo por la izquierda como hacía en el Shalke 04. En Lucas está la movilidad, velocidad y desborde en el uno contra uno. Al brasileño le ha costado mucho llegar a ser titular e incluso ahora se habla de la posibilidad que Di María se haga con su puesto. A título personal apostaría por el brasileño en el once titular. Draxler tiene una clase y elegancia excepcionales, pero también una irregularidad y discontinuidad en su juego. El germano aparece y desaparece, y en los partidos grandes se le espera en demasiadas ocasiones. Tiene un gran disparo exterior y busca generalmente la salida con balón hacia el centro, precisamente para disparar a puerta.

A Emery le gusta que sus extremos se metan hacia dentro para participar del juego interior, dejando así la banda libre para las subidas de los respectivos laterales. Y vamos con el goleador, con Cavani, que ha agradecido la marcha de Ibrahimovic, muestra de su explosión goleadora: 25 goles marcados en solo 23 partidos que ha disputado el uruguayo. Muy lejos queda la etapa en la que el delantero pasó por una racha negativa, errando innumerables ocasiones de gol. Imaginad este dato, pues viene a significar que el PSG fabrica muchísimas opciones de gol. Es el típico hombre rematador, con mucha movilidad a las espaldas de los centrales, parecido a su compatriota Luis Suárez, pero sin la calidad a la hora de definir situaciones de hombre gol. Tal vez atraviesa por su mejor momento de juego en su larga carrera como futbolista.