El asunto delicado de los tests del coronavirus

Luis Rubiales y Javier Tebas, en una imagen de archivo

Luis Rubiales y Javier Tebas, en una imagen de archivo / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

La guerra fratricida entre LaLiga y la Federación tiene desde ayer un nuevo y escabroso campo de batalla, el de los tests del coronavirusRubiales acusó a Tebas de saltarse la ley con su distribución de pruebas entre los clubes de Primera División, y el presidente de LaLiga replicó que se trataban de “tests privados” que se adquirieron hace justo una semana, antes de que se decretara el estado de alarma.

Más allá de la discusión de si es legal o no poseer un stock de tests (habría que analizar legalmente si los tests se debieron entregar en un plazo de 48 horas al ministerio de Sanidad tal y como exigía la orden gubernamental), lo cierto es que es chocante que en una situación de emergencia nacional y de carencia de tests, estos se repartan alegremente entre futbolistas profesionales, en la mayoría de casos totalmente asintomáticos y sin que presenten ningún cuadro de gravedad.

La situación plantea un dilema evidente: ¿tienen los jugadores del Valencia, el Alavés, el Barça o el Madrid más derechos que cualquier ciudadano? Es cierto que la afectación de un coronavirus sobre jugadores que son protagonistas de competiciones globales y multimillonarias tienen múltiples derivadas sociales, económicas y deportivas, pero se mire por donde se mire, parece poco defendible que una pequeña élite tenga acceso a una prueba que se le niega a la mayor parte de la población que la necesita. Como, por cierto, es también incomprensible que altos cargos políticos de toda España hayan anunciado un positivo de coronavirus (algunos confesando que se han hecho la prueba por partida doble) cuando son los mismos que piden solidaridad y responsabilidad a la población.

En este sentido, los deportistas y el deporte en general tienen que seguir dando ejemplo, como lo han hecho hasta ahora, con mensajes que ayudan a la gente a tomar consciencia de la gravedad de la situación. Nadie dice que no puedan hacerse tests, pero deben realizarse con transparencia, y en el marco legal de igualdad que reclama esta durísima crisis. Ayer el Valladolid, el Eibar y el Osasuna rechazaron el acceso privilegiado a estos tests por razones éticas, y quizás enseñaron a todos el camino a seguir. Es un asunto delicado, que traerá cola y no puede tratarse a la ligera.