Así influye en el Barça el adiós de Zidane

Zidane deja el Real Madrid

Zidane deja el Real Madrid / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

El terremoto causado por la repentina marcha de Zidane tendrá múltiples réplicas y va a tener una afectación profunda, que irá mucho más allá del Real Madrid. Cierto, el primer damnificado es Florentino, que ha quedado en fuera de juego, al admitir en público que no había previsto la decisión: se supone que una noticia de este calado debe preverse y no puede pillarte nunca desprevenido. Sin embargo, la dimisión de Zidane influye inevitablemente sobre el Barça. De momento de una manera positiva: el club blaugrana ve con sorpresa cómo su máximo rival ha tirado por la borda el efecto mediático de la Champions. Si la Decimotercera empequeñecía el doblete blaugrana, el adiós de Zidane combinado con el ‘show’ de Cristiano empequeñece a su vez el triunfo blanco, que de rebote vuelve a engrandecer el doblete blaugrana. Así pues, en el vaivén de emociones ahora gana el Barça, y de calle. Pero atención, porque el vacío que deja Zidane puede convertirse en una amenaza para el Barça a medio y largo plazo: Florentino se verá con manos libres para hacer una limpieza necesaria desde hace años y tiene dinero de sobras para reforzarse con algún fichaje de gran calidad para este verano. Un caso aparte es Cristiano, que empezó la detonación de la casa blanca nada más terminar la Champions y que aparece como uno de los causantes de la marcha de Zidane, probablemente harto de sus maniobras. Es decir, Florentino puede aprovechar además para enseñarle la puerta a Cristiano y reequilibrar los egos desbocados de un vestuario hoy muy difícil de manejar. Digamos que la crisis le da una oportunidad de oro al Real Madrid para solucionar viejos problemas y regenerarse en un momento óptimo, cuando acaba de revalidar su trono europeo.  El Barça deberá estar muy atento a todos estos movimientos, porque en el fútbol, como se ha demostrado, las alegrías y las tristezas son cada día más efímeras. En cualquier caso, abrónchense los cinturones porque vienen curvas y de las de verdad.