No aprenden: el escudo no se toca

Messi, de vuelta

Messi, de vuelta / sport

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

Otra vez la misma piedra, parece que hay alguien empecinado en demostrar que se puede tropezar dos veces en la misma piedra y es que si no fue suficiente el revés que vivió el club con la propuesta de cambio de escudo, ahora van y vuelven a hurgar en su propia herida.

Todos sabemos que las marcas comerciales tienen mucho que decir en el diseño de las camisetas, que la junta las ve y las aprueba y para que las conozca el gran público, ya lo saben, esperar a los artículos de los sábados de Joan Vehils que lleva años desvelando el diseño.

Hemos visto como la camiseta del Barça se convertía en un ajedrez, las rayas se volvían horizontales, líneas más finas, más anchas, cambio tras cambio para intentar monetizar en las tiendas lo que Nike paga al club para vestirle. Todos estos cambios se entiende como parte del juego pero esta temporada el jueguecito de modificar la tradición también ha llegado al escudo.

TOCAR LO INTOCABLE

Nike presentó la camiseta negra, la segunda equipación, en la que el escudo se tornaba dorado, se puede entender como un signo de prestigio y un guiño al diseño que se puede llegar a entender pero el remate final ha llegado con la tercera equipación. El color elegido es el rosa, seguro que muchos expertos en marketing me explicarían el porqué, pero eso ha hecho que el escudo se vuelva verde y negro. Sinceramente me parece una aberración que alguien haya aprobado este juego de colores incomprensible para representar al club y ya sabemos que por imposición comercial van a jugar más veces de las que tocaría por norma con ella. Tocará tragar. 

La clave: el escudo verde y negro no representa al Barça de ninguna de las maneras.