Un año que empieza muy fuerte

El  2020 empieza fuerte para el Barcelona con la disputa de un derbi inusual en la historia de la Liga por ser el enfrentamiento entre el primer y el último clasificado. En teoría, hay mucha diferencia entre los dos equipos, pero la realidad puede ser muy diferente porque el Espanyol parte como local, con el apoyo de su afición que querrá hacer un reset y empezar de nuevo bajo las órdenes del Pitu Abelardo. La motivación para evitar el descenso tiene que ser alta en este inicio de año, donde se abre una nueva Liga.  Una victoria contra el eterno rival serviría de revulsivo a un equipo que quiere dar un carpetazo a lo vivido hasta ahora.

Además, el Barça ha pasado por problemas cuando ha visitado Cornellà por lo que no se puede considerar un encuentro asequible para los líderes. El equipo de Valverde llega de vacaciones y no siempre es fácil ‘volver’ a empezar, teniendo en cuenta la ausencia aún de los sudamericanos o las lesiones que han aparecido en las últimas horas. El derbi siempre es un partido marcado en fluorescente para los dos equipos y no creo que haya tanta diferencia en el campo como refleja la clasificación.

Destino Arabia

No solo se empieza con un partido bueno sino que inmediatamente después el Barça viaja a Arabia Saudí para la disputa de la Supercopa contra los grandes de la Liga (Madrid, Atlético y Valencia). Son los cuatro equipos de Champions que se enfrentarán en un cuadrangular atípico, en un nuevo formato que le dará mayor renombre a la competición. 

El nuevo diseño generó polémica por la idiosincrasia del país que acoge la organización, pero las televisiones y el ‘paquete’ de la Liga con la presencia de Barça y Madrid supone un caramelo demasiado apetitoso como para dejarlo escapar. Hay demasiados intereses por encima de los deportivos que nos llevan hasta Oriente Medio.

Valverde y los jugadores deben tomar conciencia de que se están jugando un título importante. Es un formato que invita a concentración máxima que nos puede llevar a vivir  la primera final a partido único entre Barcelona y Madrid desde hace tiempo, desde la final de Copa del Rey en Mestalla 2011 .

Ambos equipos vienen de jugar un clásico en el Camp Nou tras el que el Madrid salió reforzado y habrá que ver qué pasa ahora, siempre y cuando superen las semifinales. Que no serán fáciles porque el Valencia ya tuvo contra las cuerdas al Madrid en Liga y al Barça le costó ganar en el Wanda, siendo estos los dos únicos precedentes en este curso de los choques de semifinales.

El escenario cambió

El cambio de fechas y el nuevo formato va a generar una mayor expectación por este título considerado, hasta ahora, menor. Se hablaba del triplete y la Supercopa quedaba aparte. Era como el hermano pequeño. Ahora puede empezar a cambiar. Era un torneo que quedaba encuadrado en medio de las giras, la pretemporada, el mercado de fichajes... Un título descafeinado porque los equipos todavía no estaban en forma. Ahora todo es más real. Los equipos ya llevan un rodaje y están más preparados para ganar. Además, jugarse el título entre cuatro candidatos todavía le da más fuerza. Mi única duda es si Arabia Saudí es el país más adecuado.

No creo que perder este título tenga consecuencias en las otras competiciones porque no es lo mismo que quedarte sin Liga o sin Champions, o incluso sin Copa del Rey, pero si la ganas puedes aspirar a algo nuevo.