Año I después de Iniesta

Iniesta recibió el homenaje de sus compañeros y de la afición

Iniesta recibió el homenaje de sus compañeros y de la afición / EFE

Xavi Torres

Xavi Torres

Antes de debatir, balón al suelo y pausa futbolística. Como le gusta a don Andrés. Solo un instante para felicitar a Josep Maria Bartomeu por los actos del adiós al capitán del Barcelona. Tanto la fiesta con invitados del pasado viernes, como la que se celebró anteayer en el Camp Nou tras el partido contra la Real Sociedad, son dignas de lo que debe ofrecer el Barça y de lo que merece recibir Iniesta. Con toda la sensibilidad que requiere la ocasión. Aunque ha costado, parece que el protocolo de salida de las leyendas azulgrana es el correcto. Como el carácter retroactivo es imposible habrá que esperar una continuidad para el futuro porque, aunque cueste de aceptar, el más grande también se va a ir un día. Y, por supuesto, sea en las condiciones que sea, el club deberá estar a la altura de Messi. Y eso cuesta hasta de imaginar...

Dicho esto, volvamos al fútbol. Y que ruede el balón. Y, de nuevo, que lo haga respetando la única norma que en estos momentos acerca al Barcelona al éxito: conseguir que Messi se sienta cómodo. Éste ha sido el gran mérito de Ernesto Valverde. Tras el adiós de Neymar y la dolorosa pérdida de la Supercopa ante el Real Madrid, el técnico vasco acercó el equipo a sus ideales futbolísticos pero, sobre todo, diseñó un plan para acercar a Messi al área rival, liberarlo de obligaciones defensivas y rodearlo de sus mejores socios.

La voracidad del argentino provoca situaciones de conflicto en el club -en cada renovación, además de dinero, ha pedido fichajes de calidad- y en el equipo -no le duele la barriga en no pasar el balón a un compañero si éste no le garantiza que no lo va a perder-. Así que todo el mundo está avisado. Valverde lo entendió rápido: Messi por detrás de Luis Suárez y por delante de Sergio e Iniesta, llenando el centro del campo y asegurándose jugar alrededor del balón. De lo que se trata es de darle continuidad al planteamiento con futbolistas apropiados y de usar un método que permita alargar esta inaudita era de títulos.

Sobre los buenos jugadores, de momento, Griezmann -excelente- ya está aquí. Sobre el método, este fin de semana Xavi e Iniesta han manifestado claramente a la junta su visión: alejarse de lo construido en los últimos tiempos es volver al pasado más rancio. Viendo la política de cantera y los fichajes de los últimos años, ¿lo dicen porque realmente piensan que lo que está sucediendo es lo que parece que está sucediendo? Alerta. Que en el año I después de Iniesta, Messi siga siendo feliz... por el bien del barcelonismo.