La afición se cansa de Coutinho

Coutinho no termina de recuperar su mejor versión

Coutinho no termina de recuperar su mejor versión / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Después de las sensaciones fuertes de la semana pasada con el doble paseo triunfal en el Bernabéu, el Barça levantó el pie del acelerador en lo que fue el clásico partido ante un rival asequible a cuatro días de una cita a vida o muerte en la Champions. De hecho, el primero que moduló, no la fuerza en el acelerador, sino el cambio de marchas para meter un ritmo menor con las consiguientes rotaciones, fue el propio entrenador.

Además del cada vez más recurrente relevo en el lateral derecho, donde jugó Semedo para que Sergi Roberto esté descansado para Europa, reservó a Rakitic y Dembélé con Arturo Vidal y Coutinho. Intrascendente el cambio del defensa, pues Semedo está dando un buen nivel, las otras dos rotaciones sí se notaron, como, por otro lado, viene siendo habitual cuando se repiten a lo largo de la temporada. 

LA ÚNICA PREOCUPACIÓN

Esto es así, especialmente en el caso de Coutinho, al que por mucho que queramos ayudar todos, Valverde y los jugadores los primeros, no acaba de arrancar. Lo suyo ya empieza a pasar de la raya. Apático, sin chispa ni confianza y fallón, fue despedido con pitos por la afición, lo que ya da una visibilidad al problema que trasciende de las paredes del vestuario. Y cuando esto ocurre, cuando la afición se cansa de un jugador y le señala, mal asunto. Aquí tienen Valverde y el club mucho trabajo por hacer y decisiones que tomar. El caso de Vidal, que ayer quedó retratado en el gol del Rayo, es distinto e infinitamente menos grave.

El chileno no engaña a nadie, ya se sabía cuando se le fichó que venía para otra cosa, para poner músculo en el centro del campo y oxigenar a los jugones. Y en esto cumple más bien que mal. Pero Coutinho, no. Coutinho tenía que ser un jugón y no lo está siendo. Es la preocupación que nos queda. Por lo demás, la dosificación salió bien, Piqué sigue de dulce, Messi se entrenó para la Champions y Rakitic es tan bueno, que en un solo minuto sentenció un partido que se estaba poniendo inquietante fabricando el tercer gol para Suárez.