El 0-3 no debería condicionar al Barça

Luis Suárez celebró dos goles ante el Real Madrid

Luis Suárez celebró dos goles ante el Real Madrid / VALENTÍ ENRICH

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Es indudable que no podemos escribir del partido de hoy sin tener presente y hacer referencia al partido disputado el pasado miércoles. Es Liga, no Copa, pero decisivo nuevamente para que el Real Madrid no diga adiós definitivamente a la Liga. Por un lado el resultado abrumador no debe cegar al cuerpo técnico y a los jugadores del Barça.

El Real Madrid en muchas fases del partido fue superior y dispuso de ocasiones suficientes para llevarse el partido, pero su desacierto en la finalización permitió al Barça salir victorioso. Lo que sí es cierto que el golpe moral para los blancos ha sido muy fuerte y tal vez sería conveniente que, apoyando en el desánimo y la desconfianza de los blancos tras el varapalo, los de Valverde saliesen muy intensos al inicio del partido para intimidar a los madridistas y no dejarles crecer caso de que empiecen bien la contienda. ¿Qué experiencias podemos sacar del pasado miércoles?

MÁS CONTROL DEL PARTIDO

El Barça necesita siempre tener el control del juego, imponer su estilo y llevar el peso del partido. En muchos momentos no fue así y el Barça fue a remolque del juego de los madridistas, y es muy sintomático que hiciese tantas faltas o más que los de Solari, cuando habitualmente hace muchas menos, y eso es fruto de tener menos la pelota - menos posesión- y de estar mal posicionado y tener que acabar haciendo faltas. En esa faceta está claro que sería básico contar con la presencia de Arthur, pero físicamente igual no está todavía en condiciones de aguantar muchos minutos, y también es cierto que el trabajo defensivo de Sergi Roberto es mucho mayor que el que pueda aportar el brasileño. Es decir lo que se gana por un lado puede perderse por el otro.

PROBLEMAS DEFENSIVOS

Pues defensivamente coincidiremos la mayoría en que el principal argumento ofensivo de los de Solari fue claramente atacar y romper la banda derecha de la defensa azulgrana. Tanto Reguilón -que probablemente hizo su mejor partido desde que esta en el primer equipo- y Vinicius llevaron de cabeza a Semedo y Sergi Roberto, que a pesar del esfuerzo y la actitud de los azulgranas no pudieron frenarles en ningún momento. Está claro que Solari lo volverá a intentar y Valverde debe prevenir y preparar cómo contrarrestarles.

De entrada restarle obligaciones a Sergi Roberto o el que ocupe su posición, que bien podría ser Rakitic si Arthur está en condiciones de ser titular y Valverde apuesta por él, y centrarle mucho más en ayudar a Semedo a frenar a Vinicius como Lucas Vázquez hacía con Carvajal para defender a Dembélé. Igual centrarse en defender en principio y en función de cómo vaya el partido volver a mostrarse en ataque. Caso de no llegar Sergi Roberto o Rakitic a la ayuda de Semedo, en caso de situaciones de 1 contra 1, el central más próximo -Piqué- debe vascular para realizarle la cobertura a su lateral y ello comportaría que Busquets en esas acciones se incrustara como central o bien que Lenglet y Alba también basculasen a su derecha.

Otra acción vinculada a la citada es la bajada de Benzema a recibir en zona de interior zurdo para controlar, darse la vuelta y encarar. Sería conveniente en esas situaciones que el central más cercano le siguiese para obligarle a jugar de espaldas e impedir que creara peligro dándose la vuelta con el balón. Como el central -Piqué o Lenglet- abandona su zona, bien Rakitic, Arthur o Busquets deberían ocupar su lugar.

DEFENSA RETRASADA QUE NO SALE

Ese podría haber sido el segundo gran problema del Barça en defensa, aunque siendo sinceros solo duró unos minutos tras el 0-1 de Luis Suárez. Se replegaron en exceso y cuando se apoderaban del balón o el Madrid lo perdía, la defensa no salía y se quedaba prácticamente en la frontal del área, perdiendo y regalando balones con pases o despejes largos. Era un continuo ataque de los blancos.  No se conseguía tener control sobre el juego y el partido. Salir desde atrás y agruparse 20 metros mas adelante, perímete o facilita el tener mas el balón y conseguir posesiones largas obligando al rival a retrasar sus posiciones e iniciar sus ataques desde su propia defensa.

MEJORAR EL ATAQUE

Solari consiguió que Messi no fuera el protagonista ofensivo del equipo y lógicamente el equipo se resintió mucho en ataque, pero si estuviese en el lugar del técnico blanco no las tendría todas con lo que Leo pudiese hacer en este segundo compromiso. Quien sí fue muy curioso fue Dembélé. Desacertado, perdiendo muchos balones, sobre todo cuando intenta jugar por dentro para dejar la banda libre para Alba, resultó ser decisivo en el marcador del partido con esas dos acciones, sobre todo la primera, de una calidad innegable al fintar venir a recibir y salir en profundidad dejando a Carvajal impotente en defensa.

Y posteriormente en el segundo gol, hacer lo que mejor se le da, salir en velocidad y buscar asistir a algún compañero o provocar el gol como así fue. Podría convenir al equipo en ataque, que Dembélé tuviese un poco mas de libertad y como en el segundo gol, cambiar de banda para atacar la de Reguilón, que parecía más vulnerable.