Ni el 'efecto Nadal' salva al peor Alcaraz

El murciano, que intentó una remontada a la épica, se despide del Open de Australia ante un coloso Zverev que se medirá a Medvedev en semifinales

Alcaraz se lamenta ante Zverev

Alcaraz se lamenta ante Zverev / EFE

Albert Briva

Albert Briva

Ni la épica, ni el efecto Nadal salvaron a un irreconocible Carlos Alcaraz que se despide de Australia (6-1, 6-3, 6-7, 6-4) ante un colosal Alxeander Zverev que no se vino abajo ni con la imperial reacción del murciano en un tercer set que parecía ser el inicio de un partido para los anales de la historia.

Ya el inicio presagiaba que no era la noche de un Alcaraz que en un abrir y cerrar de ojos vio como le volaban todas las opciones en un primer set que apenas tardó 28 minutos en caer del lado del alemán. Con muchos problemas para conectar primeros servicios y sin respuesta al bombardeo constante de Zverev desde el servicio, el murciano mostraba su peor cara en el torneo en el peor momento posible.

Buscaba reaccionar en el inicio del segundo set y pareció que podía revertir la situación. Apretaba mucho mejor desde el servicio y empezaba a restar mucho mejor, sin apresurarse y con mucha más serenidad en su juego. Y tuvo su gran oportunidad en el sexto juego, con dos oportunidades para romper el servicio de un Zverev que consiguió salvar su momento más peligroso en todo el encuentro. Tiró de primeros otra vez y desquebrajó la gran oportunidad de un Alcaraz que por si no fuera suficiente, vio como el alemán le arrebataba el servicio aprovechando la primera de las oportunidades a su favor.

Volvían las peores sensaciones del murciano sobre la Rod Laver Arena, que cedía el segundo set con una nueva rotura de servicio a favor de un Zverev que seguía jugando de lo más agresivo ante un Alcaraz inmerso en un mar de dudas y de errores no forzados.

Zverev fue un martillo pilón durante todo el encuentro

Zverev fue un martillo pilón durante todo el encuentro / EFE

Era un escenario totalmente nuevo para Alcaraz, que jamás había podido revertir en su carrera un partido de Grand Slam con dos sets de desventaja. Y tampoco pudo ser esta vez. El tercer set tampoco cambió el guion de un partido que apenas dio rayos de esperanza a Alcaraz. Siguió dubitativo el murciano con el servicio, que volvió a perder muy pronto para dar ventaja a Zverev.

El alemán no desaprovechó el nuevo regalo de Alcaraz, que con una doble falta y dos errores nada habituales en él, que parecían entregar ya las llaves del partido de forma definitiva a un Zverev que le quedaba la peor y más difícil de todas las tareas, la de cerrar el partido. Se vinieron abajo todos los porcentajes de efectividad con el servicio y Alcaraz sacó a relucir la única vida que le quedaba para recuperar el 'break' en el momento decisivo.

Igualó el marcador Alcaraz para llevar el desenlace a un tie-break donde resucitó su mejor versión. Empezó con desventaja, pero su mejor versión había vuelto sobre la pista. Siete puntos seguidos, con recital de golpes increíbles y una demostración de resistencia y superación al más puro estilo Nadal, llevaron el partido a un cuarto set que desató la locura en las gradas de una Rod Laver Arena.

Pero la reacción fue un mero espejismo. Tras un largo descanso, Alcaraz volvió a las andadas y cedió rápidamente su servicio de nuevo con un juego plagado de errores. Zverev no se vio afectado en su nivel de tenis por haber dejado escapar la oportunidad de cerrar el partido en el tercer set y pese a que el español le devolvió la rotura acto seguido, volvió a imponer el ritmo del partido con su duro servicio.

No encontraba Alcaraz el ritmo que le había llevado a resurgir en el 'tie-break' aunque era capaz de contenerse y evitar los muchos fallos que le habían conducido a ir por detrás en el marcador. Parecía que otro desempate podía acontecer en medio de una Rod Laver Arena que vibraba con todos los puntos que se iban sucediendo, hasta que en el noveno juego, el español volvió a encontrarse con las peores de sus sensaciones.

Frenazo a la épica

Encadenó varios errores con el servicio y los golpes posteriores para dar a Zverev una nueva oportunidad de apuntarse el partido y el billete para las semifinales. Y esta vez no falló. El alemán sufrió pero supo encontrarlos primeros servicios clave que tanto resultado le habían dado en el partido para derrocar definitivamente a un Alcaraz, que pese a no ser en casi ningún momento el que todos conocemos, no dejó de luchar para buscar lo imposible.

Alcaraz se lamenta tras su derrota con Zverev

Alcaraz se lamenta tras su derrota con Zverev / EFE

Se despide el tenista de El Palmar del que sigue siendo su 'bestia negra' en cuanto a Grand Slams. Superó en tercera ronda su tope en Melbourne, pero no ha podido superar la barrera de los cuartos de final que tan rápido hizo en Roland Garros, Wimbledon y el US Open.

Un nuevo aprendizaje y una nueva lección para un Carlos Alcaraz, que eso sí, volvió a dejar muestras de que su garra está condenada a levantar muchos títulos en el futuro. Zverev sigue adelante, con garantías de llegar a lograr algo grande en un Open de Australia, que tendrá a tres grandes aspirantes intentando derrocar al dueño y señor del territorio, Novak Djokovic.