Un bronce de andar por casa

Anni Espar, clave en el triunfo ante Hungría

Anni Espar, clave en el triunfo ante Hungría / Barcelona 2018

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

La gran pregunta, la gran duda del partido por el tercer y cuarto puesto era cómo reaccionarían las de Miki Oca tras la enorme decepción de no poder luchar por el oro que sufrieron ante Grecia. La respuesta, la verdad, no se hizo esperar.

Comenzó el encuentro con un equipo español enchufadísimo y que en un visto y no visto dejó ‘grogui’ a las húngaras. Parcial de 0-4 con dianas de Pili Peña, Anni Espar, Mati Ortiz y Anna Gual. Las magiares intentaban reaccionar y recortaban por medio de Szilagyi, pero era un espejismo. El tanto de nuevo de la mayor de las Espar colocaba al término de los primeros ocho minutos un muy favorable marcador para las de Miki Oca (1-5).

Mantenían la concentración y la ventaja las españolas en un segundo cuarto mucho más pausado, más lento, sin el ritmo vertiginoso de los primeros ocho minutos. No le vino mal a las de Oca este respiro. Las húngaras no encontraban el camino del gol en ningún momento ante una defensa española muy atinada, mucho más que en el duelo contra Grecia. Al descanso largo, el marcador era de 3-6 con aún alguna esperanza para las magiares.

Gran tercer periodo

No permitió España que las húngaras se metieran en el encuentro. Laura Ester aparecía y las lanzadoras españolas liquidaban. Parcial de 0-4 en los terceros ocho minutos (Leitón desde boya, Clara Espar y dos dianas de Gual) y duelo finiquitado con aún más de nueve minutos por jugar (3-10). En un último cuarto muy plácido, demasiado quizás para tratarse de una lucha por el bronce, España no tuvo ningún problema para contener los tímidos ataques magiares. España suma un bronce a su laureado ciclo (un oro en el Europeo 2014 de Budapest), una plata en los Juegos de Londres), un oro en el Mundial de Barcelona 2013 y una plata en el Mundial de Budapest 2017). Enormes las de Miki Oca.