Inmersión lingüística

Junts rechaza el ultimátum sobre el catalán de ERC, PSC y 'comuns'

El partido de Puigdemont se mantiene en su decreto porque el Govern, sostiene, lo ve "con buenos ojos"

El portavoz de JxCat, Albert Batet.

El portavoz de JxCat, Albert Batet. / Laura Batlle

Fidel Masreal

Junts per Catalunya sigue defendiendo su propuesta unilateral de blindaje del

catalán

en las escuelas mediante un decreto, al margen de la posición del resto de partidos con los que firmó inicialmente un pacto para actualizar la ley lingüística y así responder a la sentencia del

TSJC

 que obliga a aplicar un 25% de catalán en las escuelas . "El consenso para la reforma [de la ley de política lingüística] no existía, no existe y difícilmente existirá", ha aseverado Mònica Sales, portavoz del partido en el Parlament. "No nos sentimos interpelados", por el ultimátum de

ERC

, el

PSC

y los 'comuns'. "El consenso es difícil", ha advertido mientras rechazaba de forma taxativa la reforma de la ley.

Segun Sales, el Govern ha recibido "con buenos ojos" la propuesta de decreto, porque sólo podría ser recurrido al

Tribunal Constitucional

dicho decreto. Con todo, la portavoz de Junts ha mostrado voluntad de acuerdo: "No hemos salido de la voluntad de consenso, ha de ser político e incluir la comunidad educativa y las entidades que trabajan por la lengua", ha advertido. Y ha repelido el ultimátum con este mensaje: "el plazo es el consenso". Sales ha afirmado que Junts está abierta a otras alternativas jurídicas", si bien se ha mostrado clara reiteradamente a la hora de rechazar la reforma de la ley.

El mensaje de fondo

El decreto ley de Junts se basa, según Sales, en "garantizar la vehicularidad del catalán y la aplicación de la inmersión, proteger a directores y docentes y validar finalmente los proyectos lingüísticos a través del departament d'Educació". Junts ha reiterado su compromiso por la inmersión mediante un "consenso social y político", un acuerdo "lo más amplio posible" entre los partidos y las entidades. Sales ha pedido "responsabilidad, altura de miras y mano tendida". Y ha reclamado "un frente unitario" en el Congreso para proponer un cambio en la ley educativa estatal, conocida como la ley Celaá.