Crisis política

Crónica de la (no) visita de Yolanda Díaz a Asturias en la que se abrió crisis con Barbón

"Insto a remar a favor e impedir los despidos", dice Yolanda Díaz en la empresa Saint-Gobain (Avilés), tras afear no haber sido recibida por el Presidente, quien muestra su disgusto "porque se ponga en duda nuestro apoyo a los trabajadores"

Yolanda Díaz y Adrián Barbón

Yolanda Díaz y Adrián Barbón / LNE

Saúl Fernández / E. S. E. / V. Montes

La visita relámpago al Principado de Asturias de la ministra de Trabajo Yolanda Díaz para dar su apoyo a los trabajadores de Saint-Gobain, en Avilés, abrió ayer una crisis política con el gobierno asturiano tras reprochar al presidente del Principado que no abriera hueco en su agenda para reunirse con ella. La presencia de Díaz en Avilés se debía a un compromiso de apoyo que había adquirido la semana pasada con el comité de empresa de la fábria de La Maruca. Por eso había cancelado su agenda en Valencia "para poder estar en Asturias". Y lo estuvo durante un viaje exprés en el que se encontró con el comité de empresa de Saint-Gobain Cristalería y, posteriormente, con el resto de los trabajadores afectados por la orden de cese de producción de parabrisas en las naves de Sekurit. Fue ahí donde lamentó públicamente que no pudiera producirse un encuentro con el jefe del Ejecutivo regional porque el presidente asturiano "lamentablemente tenía otras prioridades en su agenda". La ministra del Gobierno de Pedro Sánchez también expresó su queja por la aparente "escasa implicación" del Principado con este asunto, por lo que afirmó que le pedirá más respaldo a la plantilla de Saint-Gobain y las contratas.

La respuesta del ejecutivo asturiano no se hizo esperar y el presidente Adrián Barbón compareció a primera hora de la tarde para replicar a Yolanda Díaz. "Me ha sorprendido y disgustado al mismo tiempo que se ponga en duda el apoyo de este gobierno a los trabajadores en la defensa de sus puestos, es absolutamente inaceptable", proclamó el Presidente antes de aclarar que su labor ayer era dar cuenta en el Parlamento asturiano durante la sesión de control. "Yo no puedo faltar ni a una votación y menos aún a una sesión de control", zanjó Barbón antes de referirse al "desconocimiento" de la Vicepresidenta Segunda del Gobierno acerca de "la realidad de funcionamiento de la Junta General del Principado". También atacó a Díaz asegurando que "no tiene ni idea de lo que viene trabajando el gobierno desde las diferentes consejerías" para defender a los trabajadores. Y aclaró que cuando tuvieron conocimiento de la visita se pusieron a disposición para encajar reunión: "Se les planteó madrugar un poco antes para tener un encuentro previo al pleno o una vez finalizado y su equipo nos informó que no les era posible por cuestiones de agenda. Me sorprende que diga que le hubiera gustado mantener una reunión, pero echa la culpa a Presidencia de que no hubiera podido ser".

Barbón llegó a deslizar que la Ministra hubiera venido "a hacerse una foto con los trabajadores" o que quizá estuviera más preocupada por las encuestas para las elecciones europeas. "Estoy de verdad molesto y me sorprende muy en negativo. Me parecen palabras absolutamente desafortunadas", concluyó diciendo antes de lamentar que la Vicepresidenta hubiera venido a "aporrear al gobierno de Asturias" cuando las consejerías implicadas están trabajando "hasta el límite de las posibilidades legales" en lo referido al ERE de Saint-Gobain. 

"No es decente que una gran multinacional que tiene muchísima actividad, que tiene un negocio rentable, sacrifique la producción de Asturias para llevársela a otro país sencillamente porque tiene mano de obra más barata", dijo ayer en Avilés Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda del Gobierno, en la puerta de acceso a la fábrica de la multinacional francesa que preside Benoît Bazin en el barrio de La Maruca. Y dijo más: "Es verdad que no tenemos competencia en la tramitación de este ERE, pero también es verdad que somos absolutamente conscientes que lo que está haciendo Saint-Gobain es deslocalizar una parte de la producción de Cristalería en Asturias. Y no lo compartimos en absoluto".

Y dirigiéndose directamente a los trabajadores añadió: "Podéis contar con el Gobierno de España, con el Ministerio de Trabajo y Economía Social. He instado a una reunión con el presidente del Principado, que tiene competencias en materias industriales para que remen a favor e impidamos lo que la empresa quiere hacer. Le pedimos también al Principado que se ponga a este lado para que conjuntamente, desde el Gobierno de España y del de Asturias, desde el comité de empresa, desde los centenares de familias afectadas hoy por estos despidos, sumemos juntas para evitar lo que no queremos que ocurra". 

Díaz prometió hacer una ley "que evite las deslocalizaciones en nuestro país". Y abundó al respecto: "Esta es la tarea que tenemos en términos industriales en España". Estas palabras de la Ministra se fueron interrumpiendo por gritos a pleno pulmón de los trabajadores de La Maruca: "Cristalería, no se cierra". "No compartimos nada que se extingan los contratos en una unidad de negocio que es absolutamente rentable", insistió. 

Queipo: "Barbón no se ocupó de realizar ningún acto preventivo con el problema de Sekurit"

Desde las filas de la oposición en el Parlamento asturiano, la réplica al rifirrafe entre la Ministra de Trabajo y Adrián Barbón no se hizo esperar. El portavoz y presidente del PP asturiano, Álvaro Queipo, pidió que el presidente del Principado responda a "la visita promocional" protagonizada por la ministra Yolanda Díaz. "Es una vergüenza; se trata de un tema muy serio que afecta directamente a 170 familias, como para venir a hacerse fotografías, porque ella misma ha admitido que no tiene competencias en el asunto", remarcó. 

Queipo señaló, no obstante, que el problema de la planta avilesina de Sekurit tiene como responsables a "quienes durante años no se preocuparon del asunto, cuando todos sabíamos que Saint Gobain pasaba estrecheces". Lamentó que Barbón "no haya hecho ningún acto preventivo para frenar lo que ahora tiene difícil marcha atrás" e insistió en la tesis de que el Ejecutivo asturiano "no está en los problemas reales". Al respecto también se pronunció el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, que ayer se reunió con la dirección del PP asturiano: "Yolanda Díaz llegó y se fue como vino; con las manos vacías y culpando a Barbón de los problemas que afectan a la empresa. Demostró que el gobierno de España no tiene previsto hacer nada y le exige al Principado que actúe", señaló Tellado, quien recalcó que "es conocida la actitud de Yolanda Díaz: ponerse a la cabeza de las protestas y actuar como oposición cuando es ministra de Trabajo. Si ella no puede hacer nada, ¿quién puede?", se preguntó.

En el comité de empresa de Saint-Gobain hubo, por su parte, tuvieron palabras de disculpa para la Ministra al no haberse producido un encuentro entre Yolanda Díaz y los responsables de la compañía. "Pido disculpas por el comportamiento de la dirección que no ha permitido la entrada de la Vicepresidenta del Gobierno a la planta", señaló Verónica Otero, la presidenta del comité de empresa. "Es verdad que intentamos hasta altas horas tener un diálogo democrático con la dirección", aseguró antes de determinar que, dado que la compañía le había impedido el paso a las instalaciones fabriles, "queda mucho por hacer en términos de democracia empresarial en nuestro país". 

"A pesar de todas las trabas que nos pongan al Gobierno de España, hoy estamos aquí para defender el trabajo digno en Asturias", concluyó la Ministra. Díaz aseguró: "No vamos a permitir deslocalizaciones que son competencia desleal con trabajadores de otras partes de Europa, en el caso de Rumanía, o con Marruecos". Y añadió: "Estamos aquí para defender los puestos de trabajo de los compañeros de Saint-Gobain y también de las compañías auxiliares". 

Por otra parte, los negociadores del ERE se volvieron a encontrar por la tarde. La dirección rechazó el plan de viabilidad que había sido reformulado ante el rechazo de los trabajadores, que siguen apostando por el futuro de la planta de Sekurit en Avilés. La dirección, sin embargo, no es de esa opinión.