Guillem Balagué: "Para Cristiano bajarse del escenario será un trauma”

"Veo más cerca a Messi de seguir en el PSG que de volver al Barça", asegura a SPORT el periodista

"Neymar es un un jugador de jugadas y de momentos, y este Mundial puede ser su momento"

Guillem Balagué, nominado a Periodista de Fútbol del Año en los Globe Soccer Awards

Guillem Balagué, nominado a Periodista de Fútbol del Año en los Globe Soccer Awards / YAN PAKAR

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hace más de 30 años se marchó a Inglaterra para estudiar inglés tres meses y ahí sigue: convertido, primero en Sky Sports, y ahora en la BBC, en una referencia del periodismo deportivo.

Si Guillem Balagué (1968, Barcelona) pudiera emplear un flashback para explicar su presente, seguramente, escogería su primera vez en los estudios de Sky Sports. Ese día fue solo a presentarse, pero el productor, Dave Lawrence, le dijo: "Siéntate delante de la cámara, que el programa empieza en media hora". Balagué mintió, cuando le preguntaron si lo había hecho antes, y se convenció de que no lo miraría nadie para superar los nervios.

El pasado 2 de noviembre se levantó con 54 años y sin haber dormido para coger un vuelo a las seis de la mañana tras cubrir, la noche anterior, el Marsella-Tottenham. A las nueve tenía que estar en la ciudad deportiva del Bayern para entrevistar a Kimmich. Al acabar le esperaba un taxi dirección Milán: los italianos jugaban contra el Salzburgo.

“Así fue el día de mi cumple”, recuerda ahora.

¿Vale la pena pagar ese peaje en tu vida personal por una pasión?

En realidad llevo fatal el efecto que tiene en mi vida privada, pero no sé hacerlo de otra manera. Este verano me casé porque tenía ganas de casarme y decir que nos queremos. No hacía falta porque llevamos 10 años juntos pero tuvimos tres días brutales en Palamós y pensé: ¿por qué no hago más esto? Cada Navidad y cada verano me digo: pararé, bajaré el ritmo, pero no sé hacerlo.

Normalmente estás delante de los proyectos y en el foco, lo que supone dedicar una cantidad absurda de horas empujando para que las cosas salgan, ¿está en tu temperamento?

Está bien tirada: creo que sí, que soy este tipo de persona, que empujo, insisto y vuelvo a insistir. Lo tengo dentro: mi madre es así, mi padre también y así hemos salido todos. Mi hermano, mi hermana, que es artista, lo mismo. Tenemos esa mentalidad de Puyol de que nunca es suficiente. Siempre quiero más. Así funciona mi cabeza.

Las nuevas tecnologías están obligando a los periodistas a repensarse ¿lo sientes como una amenaza? 

Creo que, como emigrante, tengo el ADN de la adaptación. Por eso he estado tantos años en Inglaterra. Con la profesión igual: fui de los primeros periodistas deportivos que tuvo una web. De los primeros que empezó en twiter o que tuvo un podcast. Vas probando pero siempre hay el gran miedo, a cualquier edad y en cualquier momento, que es el de dejar de ser relevante.

¿Trabajar para este Mundial te provoca contradicciones?

Sí, pero creo que los que venimos aquí tenemos que tener un rol. Y no tenemos que tener todos los roles posibles. El mío será principalmente entretener a mi audiencia. Yo vengo a explicar el Mundial y lo haré sobre todo para BBC. Pero explicaré lo que veo: por ejemplo, me choca llegar a un país y que, a la chica que me está mirando el pasaporte, solo le pueda ver los ojos. Pero cualquier cosa que te pueda decir será tan superficial y tan influenciada por mi visión occidental que no es mi rol. Para eso hay que leer medios como ‘The Independent’ o ‘The Guardian’. 

Hablemos de nombres propios del Mundial. ¿Cómo analizas la famosa entrevista a Cristiano? 

A ver, yo hice una biografía suya en 2015, y en el libro ya explicábamos, y te lo decía gente que lo conocía, que cuando se parara la máquina se metería una hostia. Su entorno está preparando su final de carrera comprando hoteles, haciendo negocios, pero para Cristiano bajarse del escenario será un trauma. 

Parece una persona que necesita sentirse permanentemente adorada por los otros, ¿de dónde crees que le viene eso? 

Hablamos de una persona que, siendo un niño, se va de Funchal a Lisboa solo, abandonado por la familia, que después la recupera, pero que ha estado bastante solo en el mundo. Eso significa que a la hora de poner encima de la mesa sus sentimientos no ha tenido un filtro nunca. Recuerda como en 2012 empezó una campaña de imagen porque no entendía por qué no se le quería más. 

¿Quién lideró esa campaña?  

Jorge Mendes. Él es quien le dice: haremos una campaña explicando tu parte buena, quién es Ronaldo, etc. Cuando decido hacer el libro, el jugador me dice que ningún problema y Mendes me dice: “pero don’t fuck me about”. Volviendo a la entrevista, creo que no estaba preparado. Tienen relación, los dos son de la misma categoría de ego y Cristiano le dijo: hagámoslo. Pero es que, cuando menos se le quiera, más hostias tendrá que dar para continuar en el escenario. Todo es bastante triste. 

Neymar llega a este Mundial sin mucho foco. ¿Crees que puede reivindicarse?

Estoy convencido de que sí. Se ha preparado para que sea su Mundial. Creo que, desde hace bastante años y esa es la pena, es sobre todo un jugador de jugadas y partidos puntuales. Por cómo entrena y cómo vive, no es jugador que quiera ganarse el mundo cada día. Es un jugador de nueva generación, de momentos. Y el Mundial puede ser su momento.

Messi. Muchos sienten que el fútbol le debe un Mundial ¿Si no lo logra, crees que está preparado para superar una decepción?

Creo que Leo está en un momento que mira a su alrededor y piensa: estoy bien, estamos bien. Estamos a gusto: se siente cuidado, se siente protegido, todo está ordenado, que es cómo le gusta tenerlo todo. Yo creo que está en un momento de calma de su carrera: de se intentará y si no, no se acaba el mundo. Hubo otras épocas que perder era una pequeña muerte para él. Después empezó a madurar, fue padre también, pero la decepción de retirarse sin haber ganado nada con Argentina estaba presente. Ganar la Copa América fue también una liberación para él.

¿Lo ves volviendo al Barça?

[Se lo piensa]. Lo que veo es que hay muchas palabras, de momento, muy vacías. No hay estrategia financiera, no hay estrategia comercial. Lógicamente Leo ha hablado con Xavi, que lo quiere tener. Pero ahora mismo, si hubiera algo, ya lo sabríamos. Estas cosas se hacen ahora de cara al verano. Y el PSG está esperando, le quiere ofrecer una propuesta de 1+1, y ahora está más cerca de esto que de irse a la MLS, porque aún se ve para la élite. ¿El Barça? De momento no hay nada. 

¿No hay dinero?

No hay conversaciones. Laporta no tiene conversaciones ni con Leo ni con Jorge. Solo personas que están por el medio intentando que se establezcan puentes. 

España. Llega al mundial con muy pocos jugadores top y un Luis Enrique convertido en la gran estrella. ¿Qué posibilidades le ves?

O caemos en la fase de grupos o ganamos el Mundial [sonríe]. Porque vamos de una forma tan abierta a atacar, que seguro que nos crearán ocasiones y puede pasar absolutamente de todo. Pero, lo que es seguro, es que nos lo pasaremos de puta madre. Yo soy muy de Luis Enrique. Creo mucho en él, en su forma de liderar. Lo darán todo, y si no pasan, pues no pasan. Y si pasan, pues, lo celebraremos, que es la forma cómo creo que hay que vivir la vida. 

¿Qué te parece el Luis Enrique streamer?

Creo que quiere ponerse en primera línea y me parece perfecto, porque somos el segundo equipo más joven del Mundial. Su mensaje es: no tienen que sufrir, tienen que salir a disfrutarlo. Y como a él le estamos viendo que está disfrutando muchísimo, pues es contagioso. Me encanta Luis Enrique y me encantaría que algún equipo de la Premier se lo lleve tras el Mundial.