LA OTRA CARA DE LA HISTORIA DE LOS MUNDIALES

Berna, de la batalla al milagro

Poco menos que invisible en el actual concierto internacional, la selección de Hungría fue una potencia mundial en la década de los 50 que le valió el apodo de 'El equipo de oro'

JORDI BLANCO

Curiosamente, como le ocurrió a la 'Naranja mecánica' holandesa en los 70, nunca conquistó el Mundial.

Hungría fue a perder el título de 1954 ante la misma Alemania que veinte años después derrotaría a Holanda, pero antes de aquella legendaria final el Wankdorfstadion acogió un partido de cuartos entre el equipo magiar y Brasil que ha pasado a la historia bajo el nombre de 'La batalla de Berna'.

"Nunca he visto en mi vida golpes tan crueles" escribió el enviado del diario 'The Times' para referirse a un partido que terminó con tres expulsados y una batalla entre jugadores y entrenadores de ambos equipos, primero en el campo y después ya ya en el vestuario.

Venció Hungría por 4-2 y al acabar el partido Ferenc Puskas (que no jugó por lesión) lanzó una botella de vidrio a Pinheiro, que provocó que el equipo brasileño en pleno asaltase el vestuario húngaro donde se produjo la pelea "más espeluznante que haya existido en un Mundial" de acuerdo al periodista inglés.

El partido en si, durísimo, no lo sentenció Kocsis hasta el minuto 88, al rematar un pase de Czibor. Para entonces el árbitro Arthur Ellis ya había expulsado a Bozsik y Nilton Santos por agredirse mutuamente, y a Humberto.

El Equipo de Oro acabó venciendo y por el mismo 4-2 derrotó en semifinales a la campeona Uruguay. Llegó a la final habiendo ganado los cuatro partidos disputados y marcando 25 goles (9-0 a Corea del Sur y 8-3 a Alemania Federal en la primera fase), con la consideración de única y gran favorita.

Pero la 'Batalla de Berna' dio paso al 'Milagro de Berna', la final en que los alemanes derrotaron a la invencible Hungría por 3-2. Campeones oímpicos en 1952 e invictos durante 33 partidos (desde el 14 de mayo de 1950), los magiares vencían por 2-0 a los ocho minutos gracias a los goles de Puskas y Czibor. A los 18 habían empatado los germanos por medio de Morlock y Rahn... Y a seis minutos del final el propio Rahn redondeó el milagro.

Alemania, todavía levantándose de la tragedia que significó para el país la Segunda Guerra Mundial, recibió como héroes a los campeones liderados por el legendario Fritz Walter mientras Hungría lloraba la pena de dejarse un título que se le daba por supuesto.

No te pierdas el vídeo de 'La Batalla de Berna', las semifinales:

No te pierdas el vídeo del 'Milagro de Berna', la final: