Forsberg clasifica a la sólida Suecia para cuartos

X. Serrano

Pocas selecciones defienden como Suecia. Sin ninguna estrella, el combinado de Janne Andersson es un bloque casi impenetrable (solo Alemania ha logrado batir a Olsen). Peligrosos al contraataque y disciplinados atrás, los nórdicos obstruyeron la talentosa medular helvética y se llevaron el partido con un gol de Forsberg de rebote. Quedaban 23 minutos para el final y el acoso suizo no cesó, pero los amarillos apretaron el cerrojo y sellaron su inesperado acceso a cuartos de final. 

Suecia arrancó el choque como una exhalación, sacando petróleo de las segundas acciones tras recurrentes balonazos largos. Berg desaprovechó un pase adelantado de Toivonen con una volea imprecisa y Akanji le taponó un chut posterior a bocajarro. Ekdal también lo probó con una cañonazo que se marchó ligramente arriba. 

El eléctrico inicio declinó en un choque parejo, similar a un partido de voleibol. Suiza se esforzó por bajar el esférico al verde y del torrentoso arranque sueco se pasó al dominio helvético mediante el balón. Sin embargo, los rojiblancos se encontraron serias dificultades para hilvanar fútbol desde atrás debido a la ordenada presión sueca. 

Shaquiri, el suizo más activo en el primer acto, insistió una y otra vez en la misma acción: arranque por la derecha, diagonal y centro de zurda buscando el punto de penalti. Todos ellos fueron estériles y solo uno encontró la cabeza de Zuber, que remató alto. Xhaka, aislado, lo probó con un zapatazo por encima del travesaño. 

Suiza podía gozar del 70% de la posesión, pero Suecia no sufría. Los escandinavos se parapetaron alrededor del área y se hartaron a rechazar balones. Con rápidas contras, los nórdicos generaron peligro. Sommer se lució en una estirada que impidió la diana nórdica tras una volea cruzada de Berg. 

El duelo se abrió antes del receso. Una pared entre Zuber y Dzemaili acabó con un zapatazo del segundo que lamió la madera. A renglón seguido llegó la réplica sueca: un centro perfecto de Lustig al segundo palo que Ekdal, libre de marca, engatilló a las nubes. 

Se calmó el juego tras el descanso. Ningún equipo quería arriesgar y el choque parecía condenado al bostezo cuando apareció Forsberg. El ‘10’ sueco, ausente en el primer acto, recibió en las inmediaciones del área, amagó y engatilló un chut centrado que Akanji desvió al fondo de las mallas. 

Suecia achicó aún más los espacios. Petkovic intentó cambiarle la cara a su equipo introduciendo a Embolo y Seferovic. Suiza estrechó el cerco sobre el arco de los escandinavos, que concentraban la totalidad de sus hombres en un tercio de campo. Forsberg salvó un remate bajo palos y Olsen atajó un peligroso testarazo de Seferovic en el descuento.

Con Suiza bolcada en ataque, Lang fue expulsado en los instantes finales por empujar a Olsson cuando se disponía a finalizar un contragolpe. El pitido final confirmó la gesta escandinava: Suecia está en cuartos de final.