Eriksen cubre y Australia destapa las carencias de Dinamarca

Sergi Montes

Dinamarca y Australia no pasaron del empate a uno en el encuentro de la segunda jornada del grupo C del Mundial de Rusia 2018. <strong>Un encuentro marcado por el papel de Eriksen</strong>, autor del primer tanto danés en los compases iniciales del choque, y un nuevo penalti para Australia que esta vez <strong>concedió Mateu Lahoz previa revisión en el VAR</strong>. Los ‘aussies’ hicieron méritos para ganar tras el descanso pero se quedan a un paso de caer eliminados, mientras que los de Age Hareide parecieron dar por bueno el empate.

Dinamarca y Australia presentaron batalla a balón parado, pero el que se erigió en capitán y dandi  fue Christian Eriksen. El codiciado jugador del Tottenham culminó a los seis minutos de juego una buena acción combinativa en el primer gol danés. Gol no, golazo. Un toque genial de Jorgensen para llegada del heredero de Laudrup lo empaló Eriksen con la izquierda, enganchando a la perfección el balón y empotrándolo en la meta de Ryan.

Los datos no engañan, y el pretendido por el Barça ha participado en 18 goles en sus últimos 15 partidos con su selección, en 14 de las últimas 20 dianas de los de Age Hareide, marcando once tantos en otros tantos encuentros seguidos con puntos en juego. Corazón y escudo de Dinamarca.

La eficacia y la elegancia de lo sencillo, ese talento simple con todos los fundamentos técnicos, impulsó a Dinamarca en la primera mitad. El mago dio con la tecla y sus compañeros lo agradecieron durante un buen rato, pero Australia reaccionó. Tras un fallo grosero de Jorgensen, rematando fuera un centro inmejorable al área pequeña, el VAR volvió a actuar y a sonreír a los ‘socceroos’. <strong>Mateu Lahoz</strong> no vio penalti por manos de <strong>Yussuf Poulsen</strong> en un lanzamiento de córner, pero el videoarbitraje cumplió con su cometido y, previa revisión en la pantalla, el colegiado español se redimió de su error indicando pena máxima.

Una acción que supuso el tanto del empate de Mile Jedinak (el segundo gol de Australia en el Mundial, el segundo de penalti y de su capitán), otra pena máxima cometida por Poulsen tras la zancadilla al peruano Cueva del partido inaugural y una amarilla que impedirá que el extremo danés juegue ante Francia en el último partido de la primera fase.

Órdago oceánico en el segundo periodo

Dinamarca llevaba 16 partidos consecutivos sin conocer la derrota y Australia no ha ganado más que un encuentro mundialista (2010) en toda su historia, por lo que las espadas estaban en todo lo alto en la segunda mitad. A la postre, el fin del récord de Kasper Schmeichel, que llevaba cinco partidos consecutivos sin encajar gol con su combinado, fue una losa importante para los europeos, sin tanto fuelle tras el asueto.

Australia aclaró sus ideas, y la maraña de Van Marwijk surtió efecto. Los ‘aussies’ galvanizaron el juego en la medular y las ocasiones más claras cayeron de su lado. Mooy, con un zapatazo desde la frontal, y un par de balones envenenados que se pasearon por el área chica, castigaban el rácano planteamiento danés. Ambos se enzarzaron en un correcalles total, venido a menos en los últimos 10 minutos, que concluyó con unas disciplinadas tablas a uno. Todo abierto en el Grupo C.