España sobrevive en la mediocridad

España sudó sangre para derrotar a Irán

España sudó sangre para derrotar a Irán / sport

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

Un parcial de 8-0 en los últimos 1'49" del final del partido permitió a España salvar los muebles ante Irán y cerrar la primera fase del Mundial con un 3-0.

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COPA DEL MUNDO

73
65
Alineaciones
ESPAÑA
(18+15+19+21): Ricky Rubio (5), Rudy Fernández (9), Víctor Claver (11), Juancho Hernangómez (11) y Marc Gasol (16) -cinco inicial-, Quino Colom (2), Pau Ribas (2), Willy Hernangómez (8), Pierre Oriola (4), Sergio Llull (3) y Javier Beirán (2).
IRÁN
(21+10+22+12): Yakhchalidehkordi (5), Zangeneh (7) Jamshidijafarabadi (15), Nik Khahbahrami (8) y Haddadi (10) -quinteto titular-, Geramipoor (5), Mozafarivanani (-), Mashayekhi (2) y Rostampour (13).

Esta es la conclusión más positiva que se puede extraer en estos momentos de cara al futruro del equipo español que, recordemos, se jugará las habichuelas en la segunda fase frente a Italia (viernes) y Serbia (domingo).

¿Hay que ser optimistas de cara al futuro? Pues que quieren que les diga por que el equipo español sigue destilando vibraciones muy poco positivas. Su puesta en escena ante rivales inferiores (Túnez, Puerto Rico y sobre todo Irán) no ha sido para tirar cohetes precisamente. Fases de laxitud defensiva se combinan, especialmente, con una falta alarmante de preclaridad ofensiva. Y ese cocktel no es proclive a transmitir grandes dosis de confianza y buenas vibraciones.

Circulación lenta de balón,problemas puntuales en el rebote,  poca agresividad y, sobre todo,  nula puntería en el triple (9 de 30 ante Irán) son constantes que han ido determinando el devenir de España por el torneo.. Y si no hay amenaza desde el perímetro es difícil abrir las defensas rivales. Más si tu contrario se coloca en una zona que no sabes como batir.

Históricamente siempre se ha dicho, y es verdad, que a la selección española le ha costado entrar en los campeonato y va a más a medida que llega la hora de la verdad. Eso es cierto. Y en estos momentos es el clavo al que agarrarse por que las vibraciones no son precisamente esperanzadoras. 

Ante un equipo como Irán, disciplinado atrás, que juega abierto por que su gran referencia interior (el ex NBA Haddadi ya no está para mucho nivel de exigencia física aunque acabara firmando dobles figuras)s) el partido se convirtió en un insufrible vía crucis desde el salto inicial.

Un  0-10 y un 5-15 denostaban a una España laxa, sin ideas, ni espíritu, que jugaba caminando. Los jugadores de Scariolo parecían dar la imagen de que confiaban en que llegaría la buena racha para despachar a un rival animoso pero inferior.

Pero el momento no llegaba.La primera ventaja española no llegaría hasta los 16 minutos (26-25) Un tironcito en el luminoso valía para evitar que los iraníes se escaparan. Sergio Scariolo .nada contentos por cierto- rotó constantemente el banquillo. Sólo Gasol, Claver y Juancho sobresalían puntualmente de la mediocridad pero no era suficientes (33-31 al descanso).

Un ligero estirón merced, aleluya, a dos triples seguidos pareció marcar el camino del despegue a la selección española (52-43). Pero fue un espejismo por que volvieron los errores, las dudas e Irán lo aprovechó a la perfección a base de triples (52-53 al final del tercer cuarto tras un parciall de 0-10).

Llegaba el periodo de la verdad y la cosa pintaba mal. Y peor pintó con un 57-62 a falta de 6'14" para el final del duelo. La posibilidad de la primera derrota en este Mundial planeaba con fundamento por encima del conjunto hispano. A 3'51" (65-65) encima Rudy se tuvo que retirar con el tobillo izquierdo tocado. Y a 1'49" --increible- aún se mantenía el equilibrio.

Y aquí España, al menos tuvo la virtud de no descomponerse. Unas buenas defensas, dos triples que por fin entraron (Llull y Marc) más una canasta de Claver permitieron dibujar un parcial de 0-8 que evitó el sonrojo en el equipo español.

Victoria pçírrica, pero vctoria al fin y al cabo, para cerrar esta fase. De todos modos estaría bien que los propósitos de enmienda que han venido formulando estos últimos días tanto Sergio Scariolo como sus jugadores pasen del papel y se plasmen en la realidad. Por que con esta puesta en escena da miedo pensar lo que puede suceder con Italia y, especialmente con Serbia. Es cuestión de cerrar filas y pensar que este equipo puede dar un paso adelante. No queda otra por que en el horizonte se dibuja la hora de la verdad. Esa frontera que te puede llevar a la lucha por las medallas o a quedarte por el camino.