SPORT VERANO

"¿Vacaciones? A lo bueno te acostumbras"

Empeñado en hacerse un hueco en la categoría de Moto2, Álex Márquez disfruta de unas vacaciones “muy cortitas”. Las necesarias para cargar pilas y volver con más fuerza

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Laura López/Josep Viaplana

¿Cuesta ponerse en modo vacaciones o lo espera?

Cuesta pero nos va muy bien porque desconectar es necesario después de tantos meses entrenando y compitiendo. Hay que tener en cuenta que desde el mes de enero no tenemos ni dos semanas seguidas para descansar.

¿Qué hace para recargas las pilas?

Poco, la verdad, porque tendré test y hay pocas vacaciones, pero cuando estoy en casa, en Cervera, me gusta estar con mis amigos, salir a correr, ir a la piscina, jugar a la Play, … lo normal en los chicos de mi edad (20 años). En verano tampoco me gusta dejar cien por cien el deporte, si no cuando vuelves a la rutina entrenar es mucho peor. 

Vacaciones activas…

Nooo. Sí que paras, porque cuando sales a correr o en bici con los amigos vas a otro ritmo, más tranquilo. Durante cinco días sí que voy a parar totalmente. Normalmente, en verano es una semana, pero este año no puedo. Tengo mucho trabajo con el equipo.

¿Y cuando ve que la gente se toma un mes de vacaciones, qué piensa?

Pues que volver para ellos será mucho mas duro (risas). A lo bueno se acostumbra uno muy rápido.

¿Qué recuerda de sus vacaciones de niño?

Solíamos quedarnos en Cervera o salíamos días sueltos a la playa o a los parques acuáticos, que tanto a mí como a mi hermano Marc nos volvían locos. Pero sí hubo una vez que nos fuimos todos, mis padres, Marc y yo a Italia, en barco, con el coche y todo. Íbamos a ver a unos amigos que vivían allí. Cuando llevábamos solo tres días, Marc y yo insistimos en volver porque no había motos. No dejamos de dar la lata hasta que nos volvimos antes de tiempo. Con un disgusto… “Mai més” (nunca más) nos dijo mi madre. Ella siempre lo explica. 

Es decir, que los que no hacían vacaciones eran sus padres…

No, entre los días que se cogían en el trabajo para llevarnos a las carreras y lo poco que nos gustaba a Marc y a mí salir de pueblo…Pocas vacaciones han tenido todos estos años.

¿Y ahora, prefiere ir lejos o quedarse cerca?

Normalmente, durante las vacaciones me gusta quedarme cerca. Y si he de coger un avión que sean trayectos de máximo un par de horas, porque el resto del año ya viajamos bastante.

¿Al margen del deporte, qué le gusta hacer en esta época de relax?

Me gusta dejar pasar la tarde en un chiringuito de playa… con el mojito en la mano…también son vacaciones activas (risas).

¿Algún punto del planeta que haya conocido con las motos y al que le gustaría volver de vacaciones?

Sí, Australia. Siempre que vamos hace frío, pero creo que en verano debe de ser precioso. El año pasado me pude tomar un día de turismo en Melbourne y es muy bonito. Y me han recomendado Sydney. Más adelante me encantaría poder recorrer el país. También me gusta lo poco que he visto de Estados Unidos. La verdad es que conocemos muchos aeropuertos del mundo, pero poco turismo podemos hacer.

¿Le molesta la falta de privacidad, sobre todo cuando van los dos hermanos Márquez juntos?

Vamos siempre juntos de vacaciones, en el mismo grupo de amigos... formamos un tándem bien avenido. Y la verdad es que sí es un poco incómodo que nos reconozcan y nos pidan autógrafos o fotos cuando intentamos desconectar… pero es normal, tanto Marc como yo lo entendemos y procuramos ser amables. Por eso quizá también nos gusta quedarnos cerca , en lugares donde ya nos conocen y tenemos algo más de traquilidad.

¿Prefiere el frío o el calor?

Llevo mejor el calor… además, el frío para ir en moto es fatal. Te deja el cuerpo mal.

Pero viéndole, queda claro que usted está peleado con el sol.

Ja, ja, sí que lo tomo, pero soy de piel muy blanca y enseguida me pongo rojo como una gamba. Mi padre y yo somos así, y en cambio mi hermano Marc y mi madre, negros. Todo el día tumbados al sol como lagartos.

¿Algo que le quite el sueño?

Ahora en verano hago la siesta, tranquilo…pero me paso el día pensando en ir a la piscina. La playa, justito, eso de la arena entre los dedos de los pies no es lo mío. En Cervera no tenemos mar y somos más de piscina. Además, le he encontrado el puntito a eso de nadar largos, a modo de preparación.