Coches eléctricos

Incentivos y bonificaciones para la compra de eléctricos en Europa

La cuota de mercado de estos vehículos es proporcional a las ayudas ofrecidas por los gobiernos de cada país.

La movilidad eléctrica es el futuro.

La movilidad eléctrica es el futuro. / JORDI COTRINA

Àlex Soler

Àlex Soler

Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA por sus siglas en inglés), el precio es la primera barrera clave del vehículo eléctrico y la transición a una movilidad cero emisiones. De hecho, después de un repaso al panorama europeo, se puede concluir que los países con una mayor cuota de mercado de vehículos eléctricos e híbridos son aquellos que gastan más en incentivos fiscales y no fiscales.

Si se repasan los datos, Noruega, el país del mundo con una cuota de mercado de eléctricos más grande del mundo con un 39.3%, ofrece la exención del impuesto de compra para los eléctricos y los híbridos de pila de combustible y una reducción para los híbridos enchufables. Además, a los eléctricos e híbridos de pila de combustible no se le aplica el VAT (IVA) ni se cobra impuesto de importación. Por otro lado, EstoniaPolonia o Lituania, que no ofrecen ningún incentivo, su cuota de mercado de híbridos y eléctricos es del 0,2%. Si además se tiene en cuenta que son de los países con una infraestructura de carga más pobre (Estonia 384 puntos de carga, Polonia 552 y Lituania 102), las condiciones de estos países para la venta de eléctricos son muy desfavorables.

Mapa interactivo con las ayudas e incentivos para la compra de híbridos y eléctricos y su cuota de mercado en Europa.

ACEA recalca que en Europa el gasto de los gobiernos en incentivos es muy desigual y que, a su vez, el modo de ofrecerlos también es muy distinto. De este modo, hay países como España, donde las ayudas las ofrecen algunos ayuntamientos en forma de reducciones en el impuesto de circulación y el gobierno con la exención del impuesto de matriculación, como Letonia, que ofrecen la tarifa más baja para el precio de las inspecciones técnicas de vehículos, o como Alemania, que ofrece una exención del impuesto de circulación durante 10 años y ayudas para la compra de híbridos de pila de combustible, híbridos enchufables y eléctricos.

La situación en España

ACEA explica que en España los incentivos se centran en un impuesto de matriculación que no se paga según las emisiones del vheículo, con lo que los eléctricos siempre están exentos de este impuesto y de incentivos locales como reducciones del impuesto de circulación y beneficios a la hora de aparcar en grandes ciudades, además de la posibilidad de circular por los núcleos urbanos cuando se activan las restricciones por contaminación y la reducción del precio en los peajes de las autopistas.

No obstante, según un estudio de Clicars, una startup española de venta de vehículos online, nueve de cada 10 españoles consideran que los vehículos eléctricos deberían estar subvencionados para facilitar su adquisición, es decir, se echan en falta ayudas para su compra como sí ofrecen países como el Reino Unido o Alemania. De hecho, desde Anfac lamentan la "falta de apoyo a una demanda emergente y tan relevante para el futuro de la automoción", una falta de apoyo hacia unos coches que, aseguran, son especialmente importantes para cumplir los objetivos europeos de reducción de emisiones.

Según este estudio, de nuevo, en España el principal problema para los eléctricos, además de la infraestructura, un problema que mejorará con planes de construcción de puntos de carga de empresas como Endesa o proyectos como Ionity, es su precio. De este modo, el 64% de los españoles solo estaría dispuesto a pagar menos de 15.000 euros por un eléctrico. Por otro lado, un 28% pagaría entre 15.000 y 30.000 euros y solo el 6% más de 30.000, que es lo que cuestan la gran mayoría actualmente. Pese a este dato, el 93% de los españoles cree y sabe que estos vehículos son el futuro y son necesarios para mejorar la situación medioambiental y este mismo hecho es lo que motivaría a más de la mitad de los mismos a comprarse uno si pudiera. Un 19% apostaría por un eléctrico por su tecnología, un 10% por sus beneficios de cara a las restricciones y otro 7% por la reducción del precio en los peajes. Además, el 70% cree que en el futuro será necesario una movilidad 100% eléctrica.

El precio de los eléctricos debería bajar en cuanto las marcas empiecen a producirlos en masa y consigan reducir costes mediante nuevas plataformas y tecnologías más desarrolladas y baratas. Aun así, de momento el precio es el principal problema de esta movilidad y, actualmente, son los gobiernos de cada país los que provocan un aumento de ventas o no gracias, sobre todo, a las ayudas que decidan ofrecer-