HISTORIA DE VOLVO

El Volvo 262 Coupé cumple 40 años

En 1977, la firma sueca presentó un deportivo de lujo que rompía con los estándares de la marca.

El 262 Coupé fue una sorpresa agradable del Salón de Ginebra del 77.

El 262 Coupé fue una sorpresa agradable del Salón de Ginebra del 77. / VOLVO

Àlex Soler

Àlex Soler

Volvo cita como sus principios fundamentales la comodidad, la seguridad, el confort, la calidad y el respeto por el medio ambiente. Estos aspectos son el leitmotiv sobre el cual diseñan cada uno de sus vehículos y los lanzan al mercado en busca de un conductor que quiera pisar sus aceleradores. Hace cuarenta años, la firma sueca puso del revés todo lo que representaba y presento, en el Salón de Ginebra de 1977, el Volvo 262 Coupé, un deportivo de dos puertas el doble de caro que el modelo básico, el 200

Con esta apuesta tan arriesgada, el fabricante buscaba ocupar el puesto que el Volvo 1800ES había dejado como deportivo de gama alta. Pehr G Gyllenhammar, CEO de la marca por aquel entonces, quería un modelo de este tipo para que triunfara en Estados Unidos, el mayor mercado de exportación de Volvo, y optó por un coupé de lujo en vez de por un deportivo corriente.

ALMA SUECA, ESENCIA ITALIANA

Jan Wilsgaard, el diseñador jefe de Volvo, nacido en Brooklyn y residente en Suecia, hizo los primeros bocetos de un coupé que se convertiría en un clásico, pero nunca llegó a construir ninguna maqueta de su idea. Wilsgaard tomó un Volvo 164 en su lugar y lo usó para hacer sus primeras pruebas de interiores. Más tarde, Sergio Coggiola, diseñador italiano, se encargaría de reconstruir la carrocería y convertirla en una silueta de dos puertas con un techo 60mm más bajo. El deportivo sueco de lujo iba tomando forma en Italia.

Estéticamente, además de los mencionados cambios de silueta, Coggiola optó por revestir el techo con vinilo y se adornó la zona posterior con tres coronas, el símbolo heráldico de Suecia. Sin embargo, ya en producción se decidió que fuera una corona más grande, en vez de las tres, la que ocupara el espacio. Del Volvo 164 sobre el que se basaba este 262 C ya no quedaba gran cosa. Antes de mandar a producción, el diseñador construyó un prototipo que ahora se conserva en el Museo Volvo de Gotemburgo en Suecia.

Precisamente en Turín, donde Coggiola convirtió el 164 en un bólido sin precedentes en a firma sueca, se terminó fabricando el 262 Coupé. 'Carozzeria Bertone', una fábrica de la ciudad, se encargó de producir los vehículos a partir de unos kits que Volvo mandaba a Italia para su modificación y ensamblaje hasta convertirlos en coches acabados. En todos los 262 C se conserva un pequeño emblema que indica que Bertone construyó el modelo.

SEÑORAS Y SEÑORES, ADMIREN EL 262 C

En el Salón del Automóvil de Ginebra de 1977Volvo decidió presentar, sin previo aviso, un coche con el que quería sorprender a propios y extraños. Los visitantes se encontraron con un vehículo de dos puertas, distinto a todo lo visto anteriormente en Volvo, con los montantes del parabrisas pronunciadamente inclinados y un motor V6 de 2,7 litros que erogaba 140 CV de potencia. Este motor se desarrolló conjuntamente con Peugeot y Renault y pesaba menos de 150 kg.

La firma sueca esperaba vender unas 800 unidades de su deportivo de lujo al año pero las previsiones se quedaron cortas. Entre 1977 y 1981, año en el que se vendieron los últimos, se fabricaron 6.622 vehículos, superando en más de 500 unidades por ejercicio las expectativas iniciales del fabricante. El mercado norteamericano disfrutó de una edición superlujosa del 262 C, de la cual se vendieron 3.329 unidades

En 1985Volvo presentó el 780, el heredero del 262 C. Ya entonces, cuando la firma sueca decidió jubilar a su deportivo de lujo, se le consideraba un clásico de las carreteras que, en 2017, cumple 40 años. Por Internet, un Volvo 262 C recién restaurado pude costar unos 12.500 euros.