Russell y el castigo a Alonso: "Si no hay sanción, se abre la caja de Pandora"

El piloto de Mercedes reconoce que en el momento de su accidente en Australia "iba mirando el volante", y la maniobra de Alonso "me cogió por sorpresa"

Considera que la acción "tuvo mayores consecuencias de las que debería haber tenido", pero advierte: "Si no se hubiera penalizado, ¿se abre la puerta a frenar en medio de una recta?"

George Russell, en la rueda de prensa del GP de Japón

George Russell, en la rueda de prensa del GP de Japón / EFE

Laura López Albiac

Laura López Albiac

La sanción de 20" impuesta a Fernando Alonso en Australia por provocar "una situación potencialmente peligrosa", según los comisarios de la FIA sigue coleando, por que muchos la consideran desproporcionada y otros creen que fue un castigo ejemplar y merecido. Los protagonistas de la acción, el propio Alonso y George Russell, que se estrelló al intentar evitar el coche del asturiano, han hablado de ello este jueves en el circuito de Suzuka, escenario del GP de Japón.

Y mientras Alonso prefiere pasar página, Russell piensa que la penalización fue merecida y da sus argumentos, aunque reconoce que también tuvo su parte de responsabilidad en el accidente. "Creo que fue una situación un poco extraña. Me pilló por sorpresa, En realidad estaba mirando el volante y cuando levanté la vista, estaba en la caja de cambios de Fernando, y lo siguiente que sé es que estoy en el muro. Pero creo que si no hubiera sido penalizado habría abierto la caja de Pandora para el resto de la temporada y en categorías inferiores", ha dicho el piloto de Mercedes.

"No me tomo lo que pasó con Fernando como nada personal. Creo tuvo mayores consecuencias de las que debería haber tenido. Pero, si no se hubiera penalizado, ¿se abre la puerta a frenar en medio de una recta?", ha analizado Russell, uno de los pilotos que tiene mejor relación con Alonso fuera de los circuitos. A menudo comparten viajes en avión privado e incluso han celebrado juntos las dos últimas nocheviejas.

De hecho Russell ha explicado que cuando ambos regresaron a Mónaco, donde residen tras el GP de Australia, se encontraron para desayunar en una cafetería. "No voy a comentar lo que dijimos, es una conversación privada, pero no tengo nada personal contra Fernando. Cuando nos ponemos el casco somos gladiadores y cuando nos lo quitamos tenemos respeto. Las emociones del momento quedaron atrás, es agua pasada" ha asegurado el piloto británico, que ha tirado de humor para acabar: "Hablamos en la cafetería, pero no me invitó al café...".