Obra de arte de Verstappen para romper la hegemonía Mercedes

Verstappen, al volante del Red Bull

Verstappen, al volante del Red Bull / EFE

Arnau Montserrat

Está la 'Gioconda' de Da Vinci, el 'Guernica' de Picasso, 'La noche estrellada' de Van Gogh y después ya tiene que estar la exhibición de Verstappen en el Gran Premio 70 aniversario en Silverstone. Una obra de arte para terminar con el dominio de los invencibles Mercedes. Ahora casi invencibles porque Max está demasiado loco y quiere luchar con ellos. Novena victoria para él por delante de Hamilton y Bottas que pasaron un infierno con los neumáticos.

Bottas hizo los deberes en la salida. El punto más crítico para perder la carrera era allí. O eso esperaban en Mercedes. No sabían lo que estaba por venir. Hamilton no falló a su cita y le metió el morro a su compañero de equipo. Más para meter el miedo en el cuerpo que con intenciones de ponerse por delante. Los de Brackley pelearon durante cinco segundos y después a volar. El que voló en dirección contraria fue Vettel que añadió otro trompo a la colección. Menudo año del alemán.

Pero lo que parecía que iba a ser otro paseo militar de los Mercedes terminó en pesadilla. No contaban con el factor 'Mad Max'. Los problemas de 'blistering' y de temperatura martirizaron a Lewis y Valtteri. Mientras tanto, Verstappen deslizaba sobre la pista con una delicadez y una gestión de sus gomas que incluso levantó las sospechas de Hamilton: "Debe tener menos presión o algo". No se lo explicaban.

Vuelta rápida personal tras vuelta rápida personal, Max aguantaba en pista mientras que los duros de los Mercedes se fundían tras su primera parada.En el box de los de brackley empezaban a oler a quemado y así se lo decían a sus pilotos: "Verstappen es un peligro real". Y tan real. Cuando Max paró salió justo por detrás de Bottas. Una continuación del difusor de la flecha negra. Duró poco ahí. Le arrancó las pegatinas en la primera oportunidad de adelantamiento que tuvo.

Por detrás, Sainz alargó mucho el primer 'stint' para tener opciones de puntos en los compases finales de la carrera pero un error de los mecánicos en su parada en boxes lo volvió a arruinar todo. Las pistolitas en Mclaren no terminan de funcionar bien. Está gafado el piloto madrileño.

El interés seguía estando en la lucha por la victoria. Verstappen destrozó su segundo stint para parar cuando lo hicieran los Mercedes. Así ocurrió. Entró Max a la par que Bottas cubriendo así la primera plaza. No esperaban que Hamilton intentara ir hasta el final. Un intento que se quedó en eso. Lewis vio venir al lobo y entró corriendo a por un último juego de neumáticos para las últimas diez vueltas. No para ganar sino para pasar a Bottas.

El finlandés también se olvidó de Verstappen para proteger la segunda plaza pero con la diferencia de neumáticos tan abismal tampoco hubo lucha. Lewis pasó sin problemas para cosechar la segunda plaza. El loco de la clase cerró su obra de arte vacilando incluso a su ingeniero de pista: "¿Te has hidratado bien durante la carrera?". Casi a una mano. Su novena victoria en su carrera deportiva para batir, al fin, a los Mercedes. La locura de Max mueve montañas. Sainz cerró un mal fin de semana fuera de los puntos en la decimotercera posición. Próxima parada: Barcelona.