El escudero Bottas se rebela en Australia y Ferrari decepciona

Rompió los pronósticos, se coló en la lucha de Hamilton-Vettel y se llevó la primera carrera del año. Bottas sumó la cuarta victoria de su carrera. Logró en Australia lo que no logró, o no le dejaron lograr, en todo el año pasado: ganar un Gran Premio. Hamilton cerró el doblete con la segunda posición y Verstappen le mojó la oreja a unos Ferrari que decepcionaron un día más. El globo de la pretemporada petó a las primeras de cambio.

Lo demostró ya en la salida cuando pasó a un Lewis Hamilton que no salió mal pero que vio como por la derecha le pasaba un avión. El inglés logró defenderse de Vettel y Verstappen y por detrás Ricciardo daba el susto cuando se le desenganchó el morro delantero tras pasar por la hierba. Logró frenar el monoplaza para evitar lo que era un 'strike' inevitable.

Sainz salió de maravilla adelantando tres monoplazas en las primeras curvas y plantándose hasta la decimocuarta plaza luchando con los dos Racing Point. Pero como 'déjà vu' de estos pasados años, el fantasma de la fiabilidad volvió a acechar a los de Woking. Un extraño humo empezó a salir de la parte trasera del monoplaza '55' que acabó en una tremenda barbacoa. Fuego y Sainz fuera de carrera a las primeras de cambio. Fin de semana de debut para olvidar.

En la parte delantera de la carrera, Bottas se quedaba solo en el liderato y Vettel entró muy pronto para cambiar neumáticos. Mercedes decidió proteger la segunda plaza de Hamilton cayendo en el mismo error que los de Maranello. Lewis salió por delante de su gran rival por el Mundial. Sin embargo, Verstappen y Leclerc tardaron más de diez vueltas en parar, salieron por detrás de ellos, pero con neumáticos mucho más nuevos.

Hamilton no entendió la estrategia. Con los amarillos no se sintió cómodo en ningún momento y vuelta a vuelta iba perdiendo distancia con Bottas en la lucha por la victoria. Avisó por radio: "No llegaré hasta final de carrera". No era su único problema, llegaba Verstappen que se encontró primero con Vettel. Le duró poco el Ferrari delante. El holandés preparó el adelantamiento en la recta principal y por el exterior en la segunda chicane del circuito, le pegó el hachazo al cuatro veces campeón del mundo. No se le puede dejar oler sangre a 'Mad Max'.

El ritmo que mostró el alemán en carrera fue decepcionante y el mismo piloto se lo preguntó al ingeniero de pista: "¿Por qué vamos tan lentos?". No encontró respuesta. Bottas seguía imprimiendo un ritmo inigualable y a más de 15 vueltas para el final ya tenía un colchón de 25 segundos. Una parada de margen.

Así pues, los focos se centraban en los dos escalones del podio que restaban por repartir. Verstappen presionaba a Hamilton y Leclerc le recortó más de diez segundos a su compañero en Ferrari para plantarse a siete vueltas del final enganchado al difusor del otro SF90. Incomprensiblemente y ya desde la primera carrera, las voces en Ferrari pusieron punto y final a una lucha que tenía ganador escrito. El caballo ganador en Maranello lo dejan claro desde el principio. 

Verstappen quiso arañar esa segunda plaza a Hamilton pero no lo logró. Trató de llevarse la vuelta rápida y a punto estuvo de lograrlo. Pero Bottas estaba en modo imparable y se lo dijo a sus ingenieros: "Quiero los 26 puntos". Todo tuyos, Valtteri. El finlandés se llevó también el punto adicional que esta temporada otorga lograr la vuelta rápida. Más que merecida victoria para el escudero de Lewis. Aunque esta temporada no lo parece tanto. El dato de la carrera: Honda volvió a subir al podio 11 años después. Y Renault en Mclaren... No hay excusas.