Las claves por las que Vettel ha perdido una carrera que tenía ganada

Las razones por las que ha perdido Vettel una carrera que tenía ganada

Las razones por las que ha perdido Vettel una carrera que tenía ganada / afp

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Lewis Hamilton la logrado una inesperada y sorprendente victoria en el GP de Azerbaiyán de f1, la cuarta carrera de la temporada y en la que Carlos Sainz ha sido quinto y Fernando Alonso, séptimo.

Mercedes le ganó la partida a Ferrari

Mercedes se sacó la espina de Australia y le ganó la partida a Ferrari desde el punto de vista estratégico. Estableció dos tácticas diferenciadas en sus pilotos, siempre planeada a un solo pit. Hamilton, que fue quien eligió, por rango y porque estaba delante en la parrilla, paró en la vuelta 23 para volver a la pista con los blandos (amarillos), mientras que Bottas alargó su stint hasta que salió el safety car en la 40, cambiando sus gomas por las ultrablandas (moradas). Vettel, que no copió a Hamilton, entró en la vuelta 31, momento en el que Bottas se puso líder.

Entrar a cambiar ruedas con la salida del safety, le permitió al finlandés mantenerse en primera posición, enjugando una diferencia de unos 18 segundos. Tuvo suerte en la salida del coche de seguridad por el accidente de los dos Red Bull, pero la táctica estaba bien planteada y ejecutada. Después, como sabrán, Bottas se vio imposibilitado de redondear su actuación con una victoria al sufrir un pinchazo a dos vueltas del final tras pisar unos desperfectos sobre el asfalto.

¿Hamilton se ha vuelto conservador?

Lewis Hamilton logró en Bakú su primera victoria de la temporada y la primera desde el GP de Estados Unidos del año pasado. Fue la 63ª victoria y permitió al inglés pasar a liderar el Mundial con  4 puntos de ventaja sobre Sebastian Vettel, que es quien ha marcado las tres últimas poles. El británico se encontró con una victoria a la que no tuvo opción hasta que a dos vueltas del final quedó fuera de juego Valtteri Bottas, su compañero de equipo, al tener que retirarse tras sufrir un pinchazo.

En lo que llevamos de temporada, ciertamente, hemos dejado de ver sobre la pista al Hamilton agresivo, depredador e incisivo que se subía por las paredes en aras a la victoria. Lewis, más maduro y experimentado, se ha vuelto conservador y coge los mínimos riesgos en un momento en que sabe que su Mercedes no es tan superior a la competencia y que tiene que sumar todos los puntos que estén a su alcance. Ello le ha permitido sumar puntos en 29 carreras consecutivas. Todo un récord.

La 'guerra' en Red Bull se intuía

La lucha entre Max Verstappen y Daniel Ricciardo fue uno de los grandes alicientes. Empezó en la primera vuelta y no terminó hasta que el australiano se empotró en la trasera del coche del holandés. El primer encontronazo llegó ya en la vuelta 6, cuando un desmesurado ataque de Verstappen hizo que Ricciardo perdiera dos puestos. En la vuelta 12 trató de pasarle otra vez, pero Max que había perdido la posición le arrinconó contra el muro. Lo intentó varias veces, pero Verstappen, muy agresivo, como siempre, era infranqueable. Otra vez en la 27. No había manera. Todo se iba a jugar en boxes.

Tras el cambio de ruedas, con Ricciardo parando en la 38 al ir delante de su compañero, que lo hizo una vuelta más tarde, Verstappen se volvió a colocar delante y en la 40 saltó todo por los aires. En plena recta de meta, a 340 km/h, se empotró contra Max en una maniobra con muchas lecturas. La crisis está servida. El hecho de que Verstappen ya haya renovado y que Ricciardo no lo haya hecho fue determinante para no dar órdenes de equipo, pero los puntos que volaron fueron muy valiosos para Red Bull. Y Ricciardo se quiere ir porque se siente discriminado con respecto a Max, el niño mimado.