La F1 y el Circuit de Barcelona negocian la renovación

El jefe de la F1, Chase Carey, el president de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente de Circuit, Vicenç Aguilera, este jueves

El jefe de la F1, Chase Carey, el president de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente de Circuit, Vicenç Aguilera, este jueves / Circuit de Catalunya

EFE

El Consejero Delegado de la Fórmula 1, Chase Carey, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, junto con el presidente del Circuit de Barcelona-Catalunya, Vicenç Aguilera, han mantenido este jueves una reunión para negociar la renovación del contrato entre el trazado barcelonés y la Fórmula 1.

Mediante un comunicado, el circuito barcelonés informa del pistoletazo de salida en la negociación, lo cual "pone de manifiesto la voluntad" del Catalunya de continuar celebrando una prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno.

El circuito ubicado en Montmeló acoge una carrera de forma ininterrumpida desde 1991 y genera grandes oportunidades en el sector del motor, la sociedad y el país que se puede cuantificar en 163 millones de euros de impacto económico, según datos que ofrece el circuito.

El acuerdo esta vigente hasta 2019 y, además de la negociación con la Generalitat, también está pendiente la que se tiene que concretar con el ayuntamiento de Barcelona, ya que el actual acuerdo vence justo después del próximo Gran Premio (12 de mayo).

En la pasada edición del Gran Premio asistieron 172.144 espectadores, con un gasto medio de mil euros por persona. El gasto que se produce en la ciudad de Barcelona es de 28,4 millones de euros entre alojamiento, restauración, actividades de ocio, transporte y otros sectores.

En el plano mediático, la carrera supone también un gran escaparate, ya que más de 900 medios de comunicación cubren el acontecimiento.

En cuanto al impacto total sobre la producción de la actividad del circuito de Barcelona-Catalunya supera los 291 millones de euros; el total de puestos de trabajo que se generan potencialmente por la actividad, la inversión y el gasto de los espectadores es de 2.754, mientras que el impacto fiscal total supera los 42 millones de euros, según un estudio de Tecnocampus.