Toyota matricula su primer coche de hidrógeno en España

Toyota ha matriculado una unidad del Mirai, la primera de España, en el marco de la Cumbre del Clima (COP25), como una alternativa de movilidad cero emisiones. El Mirai es un vehículo propulsado por hidrógeno, un gas que, mezclado con oxígeno en la pila de combustible del coche, produce electricidad y agua. La primera sirve para cargar la batería del mismo y alimentar su motor, mientras el agua se expulsa en forma de vapor por el tubo de escape.

Toyota quiere impulsar esta movilidad ante la llegada de la segunda generación de su coche de hidrógeno, que ya presentó en forma de prototipo en el Salón de Tokyo. El problema en España es, como siempre, la falta de infraestructura para su repostaje, que es tan sencillo y tan rápido como hacerlo en un coche de gasolina. Aunque actualmente hay solo seis puntos de repostaje en España, Toyota, Enagás y Urbaser instalarán otra estación en Madrid y en 2020 matricularán y pondrán en circulación una flota de 12 unidades del vehículo de hidrógeno, que fue el primero en usar esta tecnología en el mundo. La estación se ubicará en la EESS San Antonio, situada en la Avenida de Manoteras 34 (Madrid), y dará servicio a las empresas participantes en el proyecto.

Desde Toyota manifiestan su apuesta por el hidrógeno como combustible renovable y sostenible por sus cualidades. Según la compañía, es fácil de transportar y almacenar, no genera CO2 en su trabajo de propulsar el vehículo y puede servir como alternativa no solo para coches, sino también para autobuses, taxis y otros vehículos, además de para generar electricidad para hogares y fábricas. Es por eso que la firma trabajará en el desarrollo de este gas como combustible dentro de su Desafío Medioambiental Toyota 2050.

Preguntas y respuestas sobre el hidrógeno

¿Qué autonomía ofrecen estos vehículos?

La autonomía del Hyundai Nexo ofrece una autonomía cercana a los 600 kilómetros. La segunda generación del Toyota Mirai, que llegará el año que viene, promete superar los 500 kilómetros, ya que la marca asegura que se incrementará en un 30% respecto a la de la primera generación, que es de 483 kilómetros.

¿No contaminan nada?

Durante su propulsión, no. El problema radica, como en los eléctricos, en los procesos de producción de sus baterías y en el proceso de obtención del hidrógeno. En este segundo caso, de un modo resumido, el hidrógeno puede obtenerse dos formas: mediante electrolisis del agua, un modo limpio que aseguraría una obtención respetuosa con el medioambiente; y mediante su extracción de los recursos fósiles, como el metano, en un proceso que libera mucho dióxido de carbono. Otro problema, derivado de la producción del gas, es el precio del proceso, precio que encarece la cifra a pagar al repostar, que puede superar la del gas natural, por ejemplo.

¿Cuánto se tarda en repostar un coche de hidrógeno?

El tiempo de repostaje de un vehículo de hidrógeno no suele llevar más de cinco minutos. El proceso es prácticamente el mismo que el de repostar gasolina o gasóleo. Basta con ir a un establecimiento que ofrezca hidrógeno y conectar la manguera al depósito, que queda sellada mientras se produce la recarga.