Rossi prepara una 'vendetta' italiana en Mugello

Jorge Lorenzo tiene motivos para estar contento. Tras su victoria en Le Mans, el balear ha recuperado el liderato del Mundial y llegan dos circuitos, Mugello y Montmeló, donde acostumbra a brillar. En el primero, de hecho, ha ganado en cuatro de sus últimas cinco visitas.

Pero siempre hay un 'pero'. Y en este caso lo pone Valentino Rossi. En Francia algunos se extrañaron de verle tan exultante en el podio, a pesar del palizón que acababa de infringirle su compañero, que le sacó 11 segundos en meta.

Valentino se siente poderoso. Sabe que cuenta con el apoyo de Yamaha, no en vano es el elegido para el futuro mientras que Lorenzo se marcha a Ducati. Y cree que los 20 puntos sumados en Le Mans, después de un fin de semana difícil para él, son muy valiosos en clave de campeonato.

"Ahora somos tres pilotos, los tres que nos jugamos el título, separados por solo 12 puntos", advierte el '46', convencido de que puede rendir al máximo nivel en Mugello, donde sus tifossi le preparan un recibimiento hostil a Lorenzo y Márquez. No han olvidado el final del Mundial 2015. Y Rossi se encarga de recordárselo a cada minuto.

"No veo la hora de llegar a Mugello. Este año es distinto porque con los Michelin hay que estar más atento en carrera. Con los Bridgestone casi nunca se caía, pero esta temporada, en cinco carreras nos hemos caído los tres, Márquez, Lorenzo y yo", analiza Valentino.

Su lectura en positivo pasa por dos argumentos: "Creo que con los Michelin este año podré ser más competitivo en Mugello", dice. Y respecto al segundo puesto de Le Mans lo tiene claro: "Cuando arrancas en tercera fila, haces una mala salida y terminas segundo, eso significa que estás en forma".