El Valencia no se da un descanso y ya es tercero

Alba López

Rodrigo celebró su convocatoria con la selección española con un extraordinario partido que coloca al Valencia, a expensas de lo que haga el Real Madrid ante el Girona, tercero en la tabla y prolonga el momento dulce que viven los che, quienes suman seis victorias en los últimos siete partidos y han sumado 19 de los últimos 21 posibles.

Un libre directo lejano de Parejo fue el primer aviso del partido, pero el disparo del centrocampista madrileño se fue a las nubes. Hasta entonces, todo el peligro que había llevado el Alavés sobre la portería de Neto lo había hecho por mediación de Munir, el hombre más activo en los de Abelardo. Precisamente de sus botas nacería la primer ocasión clara del choque. Parejo perdió un balón en su propio campo y el ex del Barça montó una contra en un periquete para poner el balón en bandeja a Rubén SobrinoNeto, sin embargo, abortaba el cabezazo en plancha del delantero de Daimiel en una intervención prodigiosa.

Sólo a partir de ese momento despertó el Valencia de su letargo, primero con un zapatazo de Parejo que obligó a volar a Pacheco hasta su escuadra derecha, y más tarde en un intento de Guedes por el lado izquierdo que murió en la orilla del área babazorra. La recompensa a su arrojo la recibió el Valencia cuando se llegaba al ecuador de la primera parte tras una deliciosa pared entre Zaza Rodrigo en la frontal. El italiano combinó al primer toque con el punta y esta vez Pacheco no pudo hacer nada para evitar el gol che.

Tras el tanto el Valencia se desató y rozó el segundo en varias ocasiones, las tres más claras un zapatazo de Carlos Soler al lateral de la red, un cabezazo de Gabriel a la salida de un saque de esquina y un remate de Zaza en semifallo que obligó a lucir reflejos a Pacheco. En esa fase del partido, el Alavés era ya un juguete roto en manos blanquinegras. Los peores augurios para los babazorros se cumplieron rebasada la media hora, cuando Parejo ejecutó una falta lateral y Zaza la remachó al fondo de las mallas. Y pudo ser peor para el Alavés, ya que al filo del descanso Munuera Montero hacía la vista gorda a un clarísimo penalti de Pacheco sobre Carlos Soler

Tras el paso por vestuarios la decoración no cambiaría, pero sí el marcador, que se movió cuando Rubén Sobrino recortó distancias para los albiazules tras un error de Gayá. El lateral se dejó ganar la espalda por Martín y éste aprovechó para poner un balón de oro a Sobrino, quien desde el interior del área fusiló a Neto.

Lejos de amilanar al Valencia, el tanto le espoleó y cinco minutos después los che volvieron a hurgar en la herida de los de Abelardo, que se hicieron el haraquiri con un gol de Laguardia en propia puerta en el intento del central de alejar el balón de su portería. Poco había durado la alegría en casa del pobre.  

La respuesta de Abelardo fue dar entrada a Guidetti Ibai por Pedraza Munir, pero el panorama no se le despejó a los albiazules ante un Valencia que movió su banquillo dando minutos Marcelino a hombres como Vietto Maksimovic antes del pitido final del colegiado.