El Huesca sueña y el Sevilla se hunde tras un final de locura

El Huesca sueña con la permanencia tras ganar al Sevilla en el 98

El Huesca sueña con la permanencia tras ganar al Sevilla en el 98 / LALIGA

X. Serrano

Milagro en El Alcoraz. Un gol de Ávila en el minuto 98 tras un posible fuera de juego puso el colofón a un partido de locura que deja al Huesca a solo tres puntos de la salvación. Por contra, sale muy maltrecho el Sevilla, que solo ha vencido en uno de sus últimos diez partidos ligueros y no gana a domicilio desde el 29 de setiembre. 

Solo un protagonista fue capaz de hacer sombra al héroe de la noche, Ávila: el VAR. En unos minutos finales de infarto, De Burgos Bengoetxea se llevó la mano al oído en tres acciones que determinarían el partido: un penalti a Mercado que supuso el empate del Sevilla, un gol anulado a Munir por fuera de juego y la diana definitiva del delantero rosarino.

El Huesca golpeó primero

El encuentro empezó de la peor manera posible para los intereses sevillistas. A los siete minutos, Galán superó a Jesús Navas en el flanco izquierdo y centró con el exterior al corazón del área. Ante la excesiva pasividad de Kjaer MercadoJuanpi recibió y batió a Vaclik a bocajarro. 

El gol tempranero marcó de forma irremediable el ritmo del partido, con el Sevilla obligado a superar la disciplinada zaga oscense. Les costó carburar a los de Nervión, obstruidos por el asfixiante marcaje sufrido por Banega

Previsibles en sus ofensivas, a los hispalenses se les escapó el empate en una doble ocasión nacida en una recuperación de Kjaer en campo rival. Miramón se enfundó la capa de héroe para salvar bajo palos sendos remates de Promes Sarabia. Desgraciadamente, la desdicha se cebó con el lateral, lesionado en vísperas del descanso.  

En cualquier caso, el Huesca no se dejó amedrentar. Más intenso en cada balón dividido y muy vertical al contraataque, el cuatro altoaragonés gozó de dos ocasiones claras antes del descanso. Vaclik tiró de reflejos para rechazar un cabezazo de Diéguez Añor disparó alto un balón recuperado por Gallego a base de lucha. 

Cerco sevillista con final inesperado

Poco a poco, el Sevilla fue decantando el campo hacia la meta defendida por Santamaría. Pero no era suficiente. Lento y previsible, el cuadro andaluz solo generaba peligro por mediación de un revolucionado Navas, que no encontraba rematador en el área.  

La reanudación no hizo más que acrecentar el cerco sevillista sobre la cada vez más aculada defensa del Huesca, que renunció al ataque. Siguió el atasco hispalense, peligroso solo en acciones aisladas. Sarabia acarició el empate en remate que lamió el poste tras un pase profundo de Kjaer Ben Yedder vio cómo le anulaban un gol al contraataque, por correcto fuera de juego. 

Menos clemente fue el VAR en la acción posterior. De nuevo tras un error del Huesca, esta vez en la construcción, Mercado fue derribado dentro del área. Penalti claro, si no fuera por un más que posible órsay en la acción previa. No lo apreció así el colegiado y Ben Yedder no perdonó desde los once metros. 

Desatado, el Sevilla se fue con todo a por la victoria. Y, de hecho, la acarició. En el último suspiro, Munir marcó el que habría sido el gol vencedor. De no ser, de nuevo, por el VAR. El tanto no subió al marcador por fuera de juego. El partido estaba roto y en un último giro de guión Ávila culminó un contraataque para desatar la locura en El Alcoraz, que aguantó la respiración hasta que el VAR certificó la validez del tanto.