Griezmann y Oblak son suficientes para recuperar el ánimo

El Atlético vuelve a sonreír a costa del Celta

El Atlético vuelve a sonreír a costa del Celta / LALIGA

Francesc Ripoll

Con la liga prácticamente decidida, el Atlético volvió a sonreír tras caer en el Camp Nou y tiró de efectividad para aferrarse a la segunda plaza, acechada por el Real Madrid. Dos tantos de Griezmann y Morata fueron suficientes para no fallar y sumar tres puntos ante un Celta que sigue coqueteando con el descenso. Oblak se encargó de echar el cerrojo y fue providencial para evitar el primer tanto celeste.

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Liga Santander

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Alineaciones
Atlético de Madrid
Oblak, Juanfran, Toni Moya, Montero, Filipe (Arias, 72'), Koke, Rodrigo, Saúl, Vitolo (Morata, 62'), Correa y Griezmann (Mollejo, 91').
Celta
Rubén Blanco, Hugo Mallo, Cabral, Araújo, Olaza, Emre Mor (Pione Sisto, 65'), Okay (Fran Beltrán, 84'), Lobotka, Boufal, Boudebouz y Maxi Gómez.

El encuentro estaba marcado por las importantes ausencias que tenían ambos conjuntos. El Celta se presentaba al Wanda sin su jugador más importante, Iago Aspas, que cumplía sanción. Simeone tuvo que hacer lo que pudo para presentar un once en condiciones para un equipo plagado de bajas, además de la ya conocida sanción a Diego Costa. Sin ir más lejos, su pareja de centrales eran dos jugadores del filial, Toni Moya y Montero. 

Precisamente la presencia de los dos canteranos en el once propició una presión altísima de los colchoneros desde un inicio para que gran parte del juego se desenvolupara en campo celeste. Fue de lo más efectiva, pues los gallegos no podían salir con el balón jugado. Pero esa superiordad no se traducía en ocasiones claras, pues erraban en la definición y eran imprecisos en el último pase.

Y en medio de esta ambición rojiblanca, que quería anotar cuanto antes, emergió la figura de Oblak. El meta volvió a ser decisivo y apareció hasta en tres ocasiones para salvar a los suyos. Primero, con una doble intervención magnífica a disparos de Maxi Gómez y Boudebouz. Luego, sacando una mano de escándalo tras un tiro con rosca de Boufal.

Pero donde no llega el toque y el dinamismo, llega el balón parado. Al filo del descanso, Griezmann fue la solución a los problemas atléticos y abrió la lata con un potente disparo de falta que se coló en la escuadra izquierda.

Cambio de roles

Cambiaron las cosas tras el receso. Cómodos con la ventaja, los de Simeone le entregaron el cuero a un Celta que dio un pase al frente. Empezó a llevar la iniciativa del encuentro, llegando con más peligro al área colchonera y bombardeándola a centros que no encontraban rematador.

No varió este guión a medida que avanzaba el cronómetro, pero los de Escribá tenían una posesión muy estéril y falta de productividad. Muchos regates y pases que no llegaban a ningún sitio. Y esto, a la postre, lo terminarían pagando ante un equipo que es experto en estas situaciones. Morata, que entró por Correa, recibió un pase al espacio de Griezmann, y totalmente solo se zafó de Rubén y anotó el segundo a placer.

Dejó de creer un Celta que vio truncada su buena racha y recibe un golpe de realidad. Incluso Griezmann pudo hacer el tercero en otra contra letal, pero el balón fue despejado en la misma línea de gol. El Atlético recupera el ánimo.