Expresiones como "el arbitraje ha sido malo" no son sancionables

Expresiones como "el arbitraje ha sido malo" no son sancionables

Expresiones como "el arbitraje ha sido malo" no son sancionables / EFE

Ramón Fuentes

En la noche de ayer conocíamos que el Comité de Apelación ha mantenido los cuatro partidos de sanción al técnico del Cádiz Alvaro Cervera que no podrá sentarse esta noche en el Estadio de Carranza con motivo del choque ante el Fútbol Club Barcelona. El diario SPORT hemos tenido acceso al escrito ocho páginas del órgano disciplinario de la RFEF firmado por su presidente Miguel Díaz y García - Conlledo y donde hay varias cosas llamaticas. 

Primero que considera que las manifestaciones de Alvaro Cervera "no constituyen el legítimo ejercicio del derecho constitucional a la libre expresión, del que también son titulares los entrenadores"

Es más entiende que de esas declaraciones se desliza de "forma meridiana una intencionalidad o voluntad deliberada de no querer pitar el penalti a favor de su equipo, de modo que resulta plenamente ajustado a Derecho anudar consecuencias disciplinarias a las manifestaciones del entrenador que encajan en el tipo infractor del artículo 100 Bis del Código Disciplinario de la RFEF, pues cuestionan claramente la honradez o imparcialidad del árbitro y del VAR al manifestar que el penalti no se pita por la voluntad o intencionalidad de no quererlo pitar.”  para acabar dejando claro que considera que las manifestaciones del técnico ponen "claramente en tela de juicio la honradez de los técnicos en su actuación " 

Pero es especialmente llamativo la segunda parte del texto donde fija los límites en cuanto a las expresiones a utilizar tanto por técnicos, jugadores o directivos para enjuiciar la labor arbitral. Las que si son sancionables frente a las que no. Así, a juicio del presidente del Comité de Apelación no son punibles manifestaciones como " “el arbitraje ha sido malo”, que “los errores arbitrales han desequilibrado el encuentro”, que “el equipo no ha podido superar la adversidad de una actuación arbitral desafortunada”, que “no ha sido un arbitraje propio de la categoría de la competición”, que “el VAR no ha funcionado de forma deseable”. Considera que es el precio que todos debemos asumir en un Estado de Derecho por el ejercicio legítimo de tal libertad de crítica por parte de jugadores, técnicos o directivos.  

Si en cambio son sancionables otras como  “el árbitro ha ido a por nosotros desde el primer minuto”; “ha sido un robo”; “era penalti y lo sabía perfectamente”; “nos han quitado el partido, no lo hemos perdido”; “la anulación del gol no ha sido un error involuntario”; “existe un complot arbitral contra nuestro equipo”; “la expulsión tenía una clara intención”; “debería tener un poco más de decencia”; “estamos indignado con la actitud persecutoria de este árbitro”; “está claro que el colectivo arbitral prefiere que el título lo gane otro”; “ha venido a este estadio predispuesto a…”.