Teresa Perales, una luchadora que persigue al mito Phelps

Teresa Perales lleva toda vida marcándose retos. Un ejemplo de superación. Una vida difícil, con giros inesperados. "Si te caes, inmediatamente te levantas". Es la filosofía de la atleta paralímpica española, que llegó a Río con 22 medallas y, de momento, suma 23 después de estrenarse con una plata en 200 libres.

Persigue la estela del gran Michael Phelps y como él, nadará seis pruebas con el objetivo de igualar sus 28 medallas y ser la deportista paralímpica más laureada de todos los tiempos. "Si quiero superar su marca deberé seguir hasta Tokio 2020", advierte con determinación.

Desde los Juegos de Londres 2012, las comparaciones entre ambos han sido continuas. El estadounidense se marchó de la capital británica con 22 metales. Teresa, en el mismo escenario y apenas tres semanas después, le alcanzó. 

"Antes de Londres tenía 16 medallas y no me conocían. A partir de esos Juegos y de las 22, todo cambió". Ahora es la cara más popular de la delegación paralímpica española en Río. También la gran favorita.

Han pasado ya más de veinte años desde que, a los 19, una neuropatía le provocó la pérdida de movilidad en las piernas y, como consecuencia, le dejó postrada en una silla. Después de un tiempo de adaptación a la nueva situación, Teresa se 'reconcilió' con la vida gracias a la piscina. Desde entones no ha parado de luchar en el agua y fuera de ella por de tratar de dar visibilidad al movimiento paralímpico.

Su hijo Mariano, de 6 años, está estos días en las gradas del Centro acuático de Río para ver  nadar a mamá en seis pruebas: 50 mariposa; 200 estilos ; 50 espalda, 50, 100 y 200 libres. "Yo voy por las seis medallas, pero tampoco quiero meterme más presión de la cuenta", explica.

Expolítica y escritora e incluso actriz eventual, Terera Perales también es diplomada en Fisioterapia y Experta en Coaching personal y deportivo. Tan polivalente como optimista. A sus 40 años, por fín, la vida la está recompensando.