MI VERDAD

La estrella de Mourinho se apaga en el Chelsea

Mourinho, en horas bajas

Mourinho, en horas bajas / sport

Josep Maria Casanovas

ULTIMÁTUM PARA EL SÁBADO. El que se creía el mejor entrenador del mundo, ha perdido su estrella. Mourinho vive horas bajas. Su carácter de divo y su mal genio le pasan factura cuando no puede presumir de victorias. Es la viva imagen del entrenador desbordado por los malos resultados. El ídolo caído. Encadena derrotas y expulsiones. Se dice en Inglaterra que tiene un ultimátum, si no gana el sábado al Liverpool su cese parece cantado. El millonario Abramovich se ha dado cuenta que los jugadores le han perdido la fe y el respeto. La dictadura del terror que imponía, ya no funciona. Sus consignas ya no son órdenes. Segundas partes no son buenas. Ha perdido autoridad, poder en el vestuario y se ha ganado la enemistad de toda la prensa. Jamás pudo imaginar que su vuelta a Stamford Bridge sería tan cruel. En la Premier está el sexto por la cola, a once puntos del líder, el Manchester City. De los diez partidos jugados, ha perdido la mitad, cinco, un balance insólito en la carrera del técnico portugués. En la Champions también sufre más de la cuenta, es tercero de su grupo dominado por el Oporto y el Dinamo de Kiev, con una sola victoria en tres partidos. El Chelsea es una caricatura del equipo fuerte y competitivo que fue. Los sistemas de Mou parecen caducos y superados. Su relación con los jugadores cada vez es más complicada y las críticas que les dirige a través de la prensa, ya no tienen efecto.

ANOCHE, OTRA DERROTA. Mourinho está en horas bajas. Todos se atreven con el Chelsea. Es un equipo con la moral rota y la confianza perdida. Anoche fue eliminado a partido único por el Stoke City en la Copa de la Liga. Pintan bastos para el entrenador que el año pasado ganó la Premier. La temporada está siendo un calvario. La defensa es un coladero con el capitán Terry convertido en suplente. Cesc y Costa no rinden a la altura de su fama. El belga Hazard, que se perfilaba como un jugador de primer nivel, está desconocido. El fichaje de Pedro no ha sido el revulsivo esperado. Da la sensación de que quemó el equipo la pasada campaña con una exigencia máxima que ahora le pasa factura. Incluso algunos piensan que se está buscando una salida para no terminar como un fracasado. El problema es que tiene un finiquito millonario. Abramovich es rico pero no es tonto. Le obligará a dimitir si se quiere ir. El sábado frente al Liverpool de Jürgen Klopp se juega la cabeza.