Elecciones europeas

Denuncian que la falta de control de Google sobre la publicidad política podría permitir la "manipulación" de los ciudadanos de la UE

Se cree que los partidos podrían engañar a los votantes o desmovilizar a los de sus rivales

Imagen de archivo de Google

Imagen de archivo de Google / Archivo

Carles Planas Bou

Esta semana arranca la campaña electoral de las elecciones que el próximo 9 de junio decidirán el futuro de la Unión Europea (UE). Durante los próximos días, partidos de todo el continente inundarán Internet de anuncios políticos para tratar de seducir a los 450 millones de personas llamadas a las urnas para configurar el próximo Parlamento Europeo.

Sin embargo, esa práctica entraña riesgos para la integridad electoral. Este martes, una coalición de organizaciones civiles de hasta ocho países del continente –entre ellas la red catalana de activistas Xnet– ha alertado a la Comisión Europea de que la presunta falta de transparencia de Google en relación a la publicidad política podría abrir la puerta a la "manipulación" de los votantes de la UE.

En una carta pública, la alianza de grupos en defensa de los derechos digitales lamenta que el gigante tecnológico, uno de los principales espacios donde se contrata la publicidad digital, "no recoge adecuadamente todos los anuncios políticos relevantes, lo que dificulta una supervisión eficaz por parte de organismos de control e investigadores y permite una posible manipulación encubierta".

"Deficiencias" con riesgos

Su análisis, centrado en los anuncios políticos en seis Estados miembros de la UE, concluye que hay "importantes problemas en relación con la funcionalidad del respositorio de anuncios de Google". Así, el Centro de Transparencia de los Anuncios incluye únicamente "anuncios electorales" en lugar de "publicidad política" y, además, no incluye los anuncios a nivel regional o local.

Esas "deficiencias" acarrean riesgos no menores. "La clasificación más restrictiva de Google puede permitir inadvertidamente intentos encubiertos y potencialmente ilegítimos de influir en los resultados electorales", advierten. Por ejemplo, el Gobierno de Hungría, encabezado por Viktor Orbán, se habría intrometido en la política de otros Estados miembros mediante campañas publicitarias en línea contra la inmigración, según ha destapado el medio Balkan Insight. Sus anuncios, difundidos con una "amplia financiación" en pleno periodo electoral, "se aprovecharon de la deficiente política publicitaria de Google".

Detectar prácticas ilegales

El entorno digital ha permitido que los anunciantes, ya sean partidos políticos o comercios, usen los datos de los usuarios para conocerles mejor, delimitar su público objetivo y bombardearlo con publicidad personalizada sobre sus productos. Esa segmentación permite teledirigir los anuncios a aquellas personas más susceptibles de estar interesadas, haciendo que sean más eficientes. Sin embargo, en un entorno de elecciones, ese método entraña ciertos riesgos, como que los partidos engañen a los votantes o traten de desmovilizar a los de sus rivales.

Las organizaciones que denuncian la opacidad de Google remarcan como "esencial para la preservación de las garantías democráticas" que el público sepa "quién está detrás de los anuncios políticos, así como de cómo y por qué se dirigen a ellos". Su investigación se centra en responder a esas preguntas, pero, según critican, la presunta falta de claridad de la compañía les dificultaría esa tarea de fiscalización "crucial para una toma de decisiones informada en una sociedad democrática".

Así, solicitan "encarecidamente" al gigante tecnológico que cambie sus normas para permitir que investigadores externos puedan acceder a su biblioteca de anuncios para rastrear y documentar la actividad publicitaria en línea de los partidos políticos de la UE, lo que ayudaría a detectar posibles prácticas irregulares.