Premier League

Guardiola-Mourinho: Historia de un desamor

José Mourinho y Pep Guardiola coincidieron durante cuatro temporadas en el FC Barcelona, pero tras esta etapa cordial sus relaciones se enturbiaron cuando ambos se enfrentaron como técnicos

Mourinho y Guardiola, durante su último enfrentamiento en la Supercopa de Europa de 2013

Mourinho y Guardiola, durante su último enfrentamiento en la Supercopa de Europa de 2013 / AFP

Josep Coves

Primero con Bobby Robson (1996-97) y después con Louis van Gaal (1997-2000), José Mourinho fue técnico asistente del FC Barcelona y uno de los jugadores de más peso en la plantilla blaugrana era Pep Guardiola. La convivencia entre el portugués y el catalán fue cordial. No se recuerdan polémicas entre ambos en el Camp Nou sino la vez que Guardiola salió en defensa de Mourinho en San Mamés en una encendida polémica con Luis Fernández, por aquel entonces entrenador del Athletic Club.

Nadie hubiera dicho entonces que con el paso de los años Mourinho (convertido en Mou tras su desembarco en Inglaterra en verano de 2004) protagonizaría con Guardiola una de las mayores batallas dialécticas que se recuerdan en el fútbol europeo en el último decenio.

El primer desencuentro entre Mou y Pep tuvo como escenario el Camp Nou cuando el portugués logró con el Inter de Milán<strong> </strong>la clasificación para la final de la Champions League que acabaría ganando contra el Bayern en el Santiago Bernabéu. Era abril de 2010 y el portugués celebró sin mesura la clasificación de su equipo en pleno césped, recordando una escena similar en Stamford Bridge cuando el Chelsea eliminó al Barça de Frank Rijkaard también en la máxima competición europea en octavos de final de la temporada 2004-05.

Del encuentro del Camp Nou se recuerda la imagen de Mourinho susurrándole algo a Guardiola cuando éste le estaba dando instrucciones a Zlatan Ibrahimovic antes de entrar al campo.

Mourinho ya había sembrado la semilla del odio en las relaciones con Guardiola que vivirían sus momentos más calientes cuando el portugués dejó el banquillo del Inter y se comprometió con el Real Madrid.

El fichaje de Mou por el club blanco fue una estrategia de su presidente Florentino Pérez para acabar con la hegemonía del FC Barcelona. Imposible de desestabilizar al Barça con argumentos futbolísticos el dirigente blanco buscó en Mourinho al ariete con que derribar la obra que desde la temporada 2008-09 estaba construyendo Guardiola con un estilo totalmente opuesto al que defiende el portugués.

La final de la Copa del Rey de 2011, que el Madrid le ganó al FC Barcelona por 1-0, convirtió el césped de Mestalla en un campo de batalla con el árbitro Undiano Mallenco permitiendo que las tretas de Mourinho desquiciaran a los blaugrana. Días después Guardiola explotó y puso en duda el triunfo blanco. “Una decisión de dos centímetros de un juez de línea que tiene muy buena vista nos ha anulado un gol de Pedro”, denunció el técnico del Barça, a lo que Mou no tardó en replicar. “Se abre un nuevo ciclo en el que hay entrenadores que critican decisiones polémicas de los árbitros. Hasta ahora solo se criticaban sus errores”.

Solo una semana después, en la víspera del primer partido de las semifinales de Champions, en el Bernabéu, Guardiola arremetió contra Mourinho en la famosa rueda de prensa del “puto amo”. “En esta sala (de prensa) él es el puto jefe, el puto amo. Le regalo su Champions particular fuera del campo”, dijo un airado Guardiola, harto de que los partidos de Mourinho tuvieran lugar fuera del terreno de juego”.

Mou tardó poco más de 24 horas en pasar factura a Guardiola. Considerando injusta la expulsión de Pepe en un lance con Dani Alves, el portugués denunció que el Barcelona contaba con el favor arbitral y dijo que le daría vergüenza ganar una Champions de esta manera. “Josep Guardiola es un fantástico entrenador de fútbol pero ha ganado una Champions que a mí me daría vergüenza ganar con el escándalo de Stamford Bridge. Y este año, si la gana, será con el escándalo del Bernabéu”, atizó Mourinho en ese cruce de declaraciones que elevó hasta el límite la rivalidad entre el Madrid y el Barcelona.

Acusaciones cruzadas, mensajes con recado y con recadero ha habido más. Pero ninguna como las que se vivieron en 2011, que culminó en agosto de ese año con el triste incidente que Mou protagonizó con Tito Vilanova, el ayudante de Guardiola fallecido el 25 de abril de 2014, a quien le metió el dedo en el ojo. “¿Pito? ¿Quién es Pito? No conozco a Pito Vilanova”, respondió el portugués cuando le preguntaron por el incidente.

Tras la marcha de Guardiola del FC Barcelona, solo en una ocasión el catalán y Mourinho se han vuelto a enfrentar en un partido. Fue en agosto de 2013 en un Chelsea-Bayern con la Supercopa de Europa en juego. Pero no hubo polémica ni antes ni después del choque.

La última polémica, por así decirlo, fue una sentencia que Mourinho dejó en una entrevista con ‘La Gazzetta dello Sport’, en octubre de 2015, mandando un mensaje subliminal hacia su gran rival en los banquillos: “Si amas lo que haces no pierdes el pelo. Mira a Pep. Se está quedando calvo. Eso es que no le gusta el fútbol”.