Machín, encuentro a la vista

El culebrón de Montilivi, como Pablo Machín lo bautizó hace unas semanas, encara su recta final. O al menos, esta es la intención de todas las partes implicadas. La del propio entrenador, cuyo futuro continúa en el aire, y también la de un club, el Girona, que le quiere retener como principal valedor de un proyecto que le ha llevado no solo hasta la Primera División, sino a lograr una permanencia histórica. Fue el propio Machín el que desataba la ‘tormenta’ tres meses atrás; se limitó a decir que estaría dispuesto a “valorar” cualquier oferta “irrechazable” que le llegara. Una simple frase puso en funcionamiento toda una maquinaria llena de rumores; además, despertó a los que cortan el bacalao, que se pusieron manos a la obra para intentar renovarle un contrato que termina en 2019. De momento, y con la plantilla ya de vacaciones, todo continúa igual. Sin embargo, se intuye que la decisión final está al caer. Es lo que quieren Machín y el propio Girona. Unos y otros se verán las caras esta misma semana.

Hasta la fecha, todas las propuestas que el club le ha puesto al técnico encima de la mesa no le han convencido. El viernes, él mismo contaba que había presentado una contraoferta. Un gesto que demuestra su intención de quedarse. No a cualquier precio, eso sí. Nadie en Montilivi quiere tirar la casa por la ventana, pero también es cierto que no se quiere dejar escapar al arquitecto de un equipo que se ha superado. Se le quiere renovar hasta el 2021. No es la única oferta que el de Gómara tiene encima de la mesa. Le quiere el Sevilla, que le pagaría más. Pero su prioridad es la de seguir. Todas las cartas, de uno y otro lado, quedarán a la vista mañana. Se trata de “una reunión importantísima”, según una fuente cercana al entrenador. “Esperemos que quede todo resuelto esta misma semana”, añade.

A todo ello, Machín sigue teniendo pretendientes. Le quiere el Sevilla, uno de los pocos que todavía no ha confirmado la identidad de su entrenador para la próxima temporada. El club estaría dispuesto a pagar su cláusula, que ronda el millón de euros. Se le ofrecería un año, además de un segundo prorrogable, con un sueldo más alto del que percibiría en Girona. Eso sí, todavía no hay una oferta en firme porque en Nervión continúan con su particular búsqueda de un director deportivo. Quieren a Ramón Planes, que tiene contrato en vigor con el Getafe. Parecía que su marcha al Sevilla estaba cantada; es más, el catalán es el principal valedor de la apuesta para que Machín sea el técnico. Sin embargo, ambos clubes han abierto una ‘guerra’.  “Ellos no tiene que hablar con Ramón, sino conmigo. Tiene contrato y aquí está a gusto”, dijo ayer Ángel Torres, presidente del Getafe. Otro culebrón.