Fabio Capello, presionado

Fabio Capello anda seriamente preocupado por el fin de semana que le espera. Desde que el pasado lunes fue ratificado en su cargo sabe que su futuro como entrenador del Real Madrid es más negro que nunca. El técnico tiene tres frentes abiertos que pueden provocar el principio del fin de su segunda etapa blanca, a pesar de que firmó un contrato por tres años.

El más importante es, sin duda, la trascendental visita al estadio de Anoeta, ante una Real Sociedad que sólo ha ganado dos partidos y que parece predestinado a jugar en Segunda la próxima temporada. Todo lo que no sea una victoria convincente sería abrir la puerta de su inminente destitución. El italiano sabe que eso significaría una mancha en su carrera y, para evitarlo, está dispuesto a hacer alguna concesión de cara a la galería. Mañana necesita la complicidad de una plantilla que, después de sus polémicas decisiones, se le ha puesto en su contra. La única forma que tiene de suavizar el mal rollo que existe en el vestuario es atender la petición de que reintegre a David Beckham en la normalidad del equipo. Desde los capitanes Raúl y Guti a Pavón, ignorado también por el italiano, se han alineado junto al inglés, al que Capello apartó por no renovar.

El orgullo, sin embargo, impide al italiano dar marcha atrás pero, tras los últimos acontecimientos, no descarta hacer una mínima concesión para ganarse el favor de sus jugadores.

Capello podría incluir hoy a Beckham en la lista de convocados para el partido ante la Real Sociedad y así calmar los ánimos. Pero, de ningún modo, y salvo que Ramón Calderón se lo imponga, está dispuesto a darle un solo minuto. El inglés viajaría a San Sebastián pero se quedaría sentado en el banquillo durante los 90 minutos.

Otro tema que quita el sueño al entrenador del Real Madrid es el debut de Ronaldo con el Milan el domingo. Si el delantero brasileño, cuya salida instigó el italiano, protagoniza un estreno triunfal en su regreso al fútbol italiano, su credibilidad quedará en entredicho. Capello aseguró una y otra vez que Ronaldo no estaba en forma para competir y, si marca algún gol ante el Livorno, desmontará el argumento del técnico que quiso retirarle de los terrenos de juego.

Real Sociedad, Beckham y Ronaldo parecen haberse 'compinchado' para poner contra las cuerdas a un Capello que está más presionado que nunca.