Elías Chentouf, otra promesa del fútbol mallorquín que apunta alto

Mientras el RCD Mallorca intenta volver a ser aquel equipo consolidado en Primera División de antaño, no se puede decir que el fútbol mallorquín pase por un mal momento. A nivel individual, en la isla están apareciendo jugadores con un gran futuro por delante y de los que seguramente en los próximos años oiremos a hablar mucho... y para bien.

Uno de esos jugadores es Elías Chentouf. De padre de origen marroquí, aunque con la doble nacionalidad, y de madre de Barakaldo, la vida de Chentouf ha estado siempre ligada a un balón de fútbol. Cuando nació, en el 2001, sus padres ya vivían delante mismo del mítico Luis Sitjar y allí fue donde el joven Elías comenzó a darle con fuerza al balón. Su primer equipo fue La Salle y llegó al RCD Mallorca de muy joven, como alevín de primer año. 

Cuando era cadete de segundo año, el jugador mallorquín ya jugó en Francia un torneo con la selección de Marruecos, mientras la selección española seguía sus pasos, pero no daba el paso adelante de convocarle. También en su época de cadete, tanto Barça como Real Madrid empezaron a mirarle con buenos ojos y a día de hoy aún siguen siguiéndole sus pasos muy de cerca.

Pero Elías sigue en la isla. Actualmente, aunque es juvenil de primer año, ya juega en División de Honor con el San Francisco, el filial del Mallorca. Fue curiosa la decisión del Mallorca de dejarle en el filial. Se considero que el Mallorca, que también juega en División de Honor, solo tiene cada temporada seis u ocho partidos complicados. Por el contrario, el San Francisco lucha cada año para mantener la categoría y se creyó que Elías podía crecer más jugando en un equipo que debe luchar a muerte cada partido que en uno que muchos partidos los gana con poco esfuerzo.

Recientemente, Elías Chentouf ha estado convocado con la selección de Marruecos, concretamente con la sub-20 que prepara la Copa de Africa del próximo año. Jugador que suele llevar el 10 en la camiseta, puede jugar de media punta o de medio centro. Es bueno en el uno contra uno y decisivo en el balón parado.