Los árbitros se mantienen firmes respecto al uso del VAR

El árbitro lo tuvo claro y no acudió al VAR: penalti a Piqué

El árbitro lo tuvo claro y no acudió al VAR: penalti a Piqué / LALIGA

Ramón Fuentes

Estos dos últimos días ha tenido lugar en Madrid un encuentro entre el Comité Técnico de Árbitros y distintos medios de comunicación con vistas a aclarar cuestiones relativas a las manos y del propio VAR. En cuanto al primero, tanto Carlos Velasco Carballo, presidente del CTA, como Carlos Clos Gómez, director del VAR en España, han sido contundentes y en la línea de la noticia adelantada por SPORT a principios de la semana pasada. EL VAR no es una tecnología española, su protocolo de actuación viene marcado por las normas que establece la International Board.

Y también aquí el mensaje es muy claro. Se trata de una herramienta para confirmar errores claros y manifiestos. Si se trata de una jugada “gris” o tras revisarla sigue existiendo duda entonces no se comunica al árbitro principal. Es decir ese error “lo puede soportar desde la sala de VAR” no tiene porque ir.

Es entonces cuando se le informa desde el VAR al colegiado principal que es quien decide si directamente acepta la recomendación del VAR respecto a la acción o revisa la repetición en el monitor de campo (llamado On Field rewiew). Pero además no puede acudir en todas las situaciones. El árbitro sólo puede ir a revisar al monitor en los hechos subjetivos, penaltis o tarjetas rojas y los fuera de juego por interferencia. Por este último caso ya se ha acudido al monitor en cuatro partidos esta temporada: Alavés- Espanyol, Huesca-Levante, Levante-Valladolid y Espanyol-Rayo. No puede nunca revisar en los hechos factuales o geográficos, fueras de juego por posición, balón dentro o fuera, gol o no y si el balón sale del campo o no.

Las diferentes manos en el fútbol actual

También desde el estamento arbitral se ha querido explicar bien las consideraciones a tener en cuenta respecto al uso de las manos y cuando son sancionables o no. Aquí debe partirse de unos criterios generales que son los siguientes: es una acción deliberada o no; la mano está en una posición natural o antinatural, los brazos están pegados o separados del cuerpo, si la mano está apoyada en el suelo, qué movimiento adicional realiza, las manos que provienen de rebotes, el jugador que busca con su mano hacer su cuerpo más grande, el jugador que asume un riesgo por su forma de lanzarse a disputar el balón y por último la mano en ataque o previa para conseguir un gol. 

Respecto a esta última ya os podemos adelantar en SPORT que será una de las modificaciones en las reglas de juego que incluya la IFAB el próximo mes de julio. A partir de ahora queda reglado que una mano en ataque, voluntaria o no del atacante, pero que le ayude para marcar un gol, será sancionada por el colegiado. Ya se hacía en la práctica pero no estaba oficialmente reglada.

En cuanto a las manos, el estamento arbitral ha querido dividirlas en tres situaciones distintas: jugador que se desliza hacia el suelo y toca el balón con la mano, el jugador que corta con la mano un pase cruzado y la ocasión manifiesta de gol.

En el primero de ellos, cuando el jugador se desliza y tal y como recoge la circular de la presente temporada de los árbitros, no deberá ser sancionado generalmente cuando el jugador tenga la mano apoyada en el césped. Cuando, aún teniéndola en el suelo, realice un gesto o movimiento hacia el balón, tendrá que ser sancionada. Lo mismo que cuando la mano esa mano esté extendida en el césped haciéndose más grande y cubriendo un espacio natural. También en los casos de todas las manos en posición elevada.

En los pases cruzados, ya sean al área o no, se deben tener en cuenta cuatro criterios: si la posición de la mano es o no natural. En caso de ser antinatural deberá ser sancionado pero sin amonestar al futbolista. El segundo criterio es si el jugador se hace más grande al extender de su mano o brazo. En caso de ser así también debe ser sancionado pero sin amonestar.

El tercer criterio radica en si el jugador por la distancia y el tiempo, tiene posibilidad de retirar la mano o el brazo. Sólo en los casos donde claramente es así, debe ser sancionado. Y por último si el brazo está pegado al cuerpo. En caso de ser así, nunca es mano.

Y finalmente están los disparos a portería. Aquí los criterios son los mismos que en la anterior. Es decir, posición natural o antinatural del brazo y/o mano, si el jugador se hace más grande; la distancia y el tiempo de poder retirar el brazo y si lo tiene pegado al cuerpo. A diferencia de los pases cruzados, aquí todas las manos se castigan como mínimo con tarjeta amarilla. En los casos que sean evidentes e intencionadas entonces la tarjeta es roja

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