Podolski no cuelga las botas

Aunque la imagen que todos tenemos en mente es la de Lukas Podolski vistiendo la camiseta alemana, él es nacido un 4 de junio de 1985 en Gliwice, en la región polaca de Silesia, Polonia. Poco tiempo pasó en su ciudad natal porque ese mismo años, sus familia decidió mudarse a Alemania aprovechando que los abuelos de Lukas eran ciudadanos alemanes. Así pues, Podolski es un futbolista alemán y la mayor parte de su carrera la ha hecho en la Bundesliga. Sobre todo, en su pico de forma.

Sus inicios están en el Colonia, antes de fichar por el Bayern de Múnich o dar el salto a la Premier de la mano del Arsenal. Fue internacional con Alemania desde 2004 hasta 2017 y fue miembro de la plantilla campeona del mundo en Brasil 2014.

Seguramente ya asociábamos a Podolski con una más que probable retirada tras finalizar su contrato con el Antalyaspor, su última exótica aventura en Turquía. No fue la única. Años atrás jugó junto a Radamel Falcao en el Galatasaray. También ha pasado por el Vissel Kobe japonés donde compartió vestuario con Andrés Iniesta, David Villa, Vermaelen o Samper. 

Podolski no quiere colgar las botas y sonaban fuerte dos opciones. La primera, volver al Colonia en la que sería su tercera etapa o volar a México para vestir la camiseta de un Queretaro que por ejemplo, se enfundó Ronaldinho. Al final, ni una ni la otra. El incombustible delantero alemán vuelve a sus orígenes y ficha por el Gornik Zabrze, de la liga polaca, la Ekstraklasa. Es el equipo donde por ejemplo marcó sus primeros goles Arkadiusz Milik. Podolski tiene ahora 36 años y su aventura polaca podría ser la última en la que se embarca. “Llegó el momento, bienvenido a casa. La leyenda continúa”, twitteó el conjunto polaco. Bombazo.