El drama del Bursaspor: De jugar Champions a ser un equipo 'amateur'

De ganar la Superliga, a bajar hasta los infiernos. Esta es la situación actual del Bursaspor. Una caída al abismo que define como una mala gestión por parte de los dirigentes de un club, puede desencadenar la destrucción de la ilusión de sus seguidores.

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Hace poco más de diez años, el Bursaspor se proclamó campeón de la Superliga, convirtiéndose, en ese momento, en el quinto equipo en lograr el título liguero. Un equipo que es histórico en Turquía: se trata del sexto conjunto con más partidos disputados de Turquía y el quinto con más temporadas disputadas.

Fue en la temporada 2009/2010 cuando el club tocó la gloria. En esa campaña, el conjunto turco se proclamó campeón de liga por primera vez en su historia después de vencer en la última jornada al Besiktas por 2-1. El equipo también logró ganar en una ocasión la Copa de Turquía, jugó los cuartos de final de la Recopa de Europa y disputó la fase de grupos de la Champions League ante equipos de la talla de Valencia y Manchester United.

El éxtasis llegó a un club que auguraba grandes alegrías en los próximos años. Una previsión que, sin duda alguna, no se ha producido.

Tercer descenso

Atrás queda esa época gloriosa. La situación actual no tiene nada que ver con años anteriores. El pasado domingo, el Bursaspor certificó su descenso a Cuarta División aun faltando jornadas por disputar. Fue en la temporada de 2018, cuando el conjunto turco descendió a la Segunda División turca. La siguiente temporada, el drama siguió y descendieron a Tercera División. Y, tras un año manteniendo la categoría, el Bursaspor acaba de ser equipo de Cuarta División de manera matemática.

¿Por qué se encuentra en esta situación?

¿Cómo puede ser que un equipo caiga al infierno tan drásticamente? Durante su mejor época, el equipo lo lideraba su presidente Ibrahim Yazici. Pero, tras su muerte, los dirigentes que ocuparon el cargo no estuvieron a la altura. La mala gestión económica desencadenó años donde se vieron obligados a vender a sus máximos estrellas y sin la posibilidad de reforzar el equipo. El club, apoyado mayoritariamente por grandes empresarios del país, dejo de tener estas inversiones debido a la inestabilidad económica que tenía.

De esta manera, el Bursaspor actualmente tiene una deuda de 1.298 millones, teniendo totalmente prohibido realizar fichajes que signifiquen una inversión razonablemente importante.

Un club que es el claro ejemplo de como una mala gestión puede llevarse por delante la ilusión de miles de aficionados. De ser un equipo campeón, a bajar a la Cuarta División turca.