Historia SPORT

Historia SPORT

El día que me arbitró el nieto de Enríquez Negreira

Adrián Enríquez es árbitro colegiado en la Federació Catalana de Futbol y ha dirigido partidos de 2ª Catalana, entre otras categorías

El fin de semana pasado, fue el encargado de pitar un partido de la categoría Preferente femenina

El Europa solo empata ante el Mestalla (3-3)

Adrián Enríquez, en una imagen de archivo, como árbitro del Vista Alegre - Gavà de 2ª Catalana de la temporada 2022/23

Adrián Enríquez, en una imagen de archivo, como árbitro del Vista Alegre - Gavà de 2ª Catalana de la temporada 2022/23 / cfgava.blogspot

Clàudia Espinosa

Clàudia Espinosa

Hasta hace apenas un año, el apellido Negreira era un apellido más, un apellido como cualquier otro. Pero la vida, que es así de caprichosa, ha conseguido que, cualquier persona, sea o no aficionada del fútbol, escuche la palabra 'Negreira' y sepa sobre qué se está hablando.

¿Y quién me diría a mí que me arbitraría un nieto de José María Enríquez Negreira? Una pregunta que, sinceramente, nunca pensaba que me tendría que hacer. Pero sí, Adrián Enríquez, colegiado federado desde el 2018, fue el encargado de arbitrar un Escola Esportiva Guineueta - CE Llerona de la categoría Preferente femenina catalana.

Aunque no sería hasta el final del partido, cuando su padre, Javier Enríquez, o lo que es lo mismo, el hijo del que fuera árbitro y vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, se dejó ver en el Camp de Futbol de La Guineueta, que me daría cuenta de quién me acababa de arbitrar.

UNA CITA CLAVE

Se trataba de un partido donde había mucho en juego. Dos equipos de la parte media-baja de la tabla se veían las caras con el objetivo de sumar tres puntos que les permitiera escalar varias posiciones y alejarse de la zona comprometida de la tabla.

En una liga liderada por un Levante Las Planas 'B' que tiene el ascenso en su mano, y seguido por Porqueres y Girona, la distancia entre el séptimo y el decimoquinto, que marca el descenso, es de tan solo ocho puntos, por lo que sacar algo positivo de este duelo era clave.

PERSONALIDAD Y POCA POLÉMICA

Fue un partido que, por el planteamiento de las locales, parecía que tendría pocos goles. Y así fue. El CE Llerona se adelantaría en los minutos finales de la primera mitad, pero la Guineueta, en la salida de un córner, devolvería la igualdad al marcador.

Y a partir de aquí, la grada empezó a apretar para intentar condicionar las decisiones de un Adrián Enríquez que mantuvo la compostura en todo momento, y que no se dejó influenciar por la presión de una caldera como la Camp de Futbol de La Guineueta.

No cayó en la trampa de mostrar tarjetas amarillas demasiado pronto, y apenas enseñó dos, una para cada equipo, alcanzada la hora de partido. Ni tampoco tuvo errores de bulto al indicar fueras de juego. Por lo que llevó a cabo un arbitraje bastante correcto y que no acabó desatando en ninguna polémica, más allá de lo que ocurriera sobre el terreno de juego.

Así pues, mientras Adrián se sigue abriendo camino en el mundo arbitral, su origen le irá acompañando durante su camino. Y, por suerte o por desgracia, será conocido como el nieto de José María Enríquez Negreira.