Aritz y Jan, la dupla defensiva que brilla en la Promises

Solo tienen once y doce años y, sin embargo, es imposible pasar desapercibido cuando todas las cámaras los enfocan. En un torneo como LaLiga Promises, el más mediático por excelencia, todos se apresuran a etiquetar de "futuras estrellas" a los alevines que por primera vez son el foco de atención. No todos llegan. Algunos de los que más prometen se quedan por el camino y otros sorprenden. Pero tendrán siempre ese bonito recuerdo.

PIEZAS CLAVE

De entre todos los niños que están destancando por encima del resto en esta edición, hay dos, del Alevín A del Barça, que brillan desde el silencio y el trabajo diario, alejados de los focos, y son clave para el equipo de Jordi Pérez y Cristian López.

Son Aritz Lairado y Jan Rizos. No están entre los máximos goleadores, porque son central y lateral, aunque cada uno marcó un tanto. Su aportación al equipo va mucho más allá. Tienen, en gran parte y acompañados de Willie, Darwin y Víctor, los otros defensas, y Sasha y Aitor (porteros) la ‘culpa’ de que el conjunto azulgrana solo haya encajado dos tantos hasta el momento.

PERFILES BARÇA

Aritz se unió a la cantera culé hace un año, procedente del Zaragoza, y reside en La Masia. Destaca por su buena colocación, el juego aéreo, la salida de balón, la capacidad de anticipación y corte.

A lo largo del curso ha mejorado mucho en la comunicación desde atrás y ha entendido bien lo que es ser central en el Barça: liderar desde atrás y dominar conceptos defensivos y ofensivos. Es central en el fútbol 7 pero podría adaptarse a la posición de centrocampista.

Jan lleva un año más -lo ficharon hace dos del Girona- y es de esos ‘locos bajitos’ que enamoran. Sus mayores virtudes son la velocidad con conducción y la llegada con profundidad. Está aprendiendo a salir por dentro y no solo por fuera, como le piden los técnicos, y es un gran alumno. Además, destaca por su buena toma de decisiones, siempre sabe elegir bien cuándo debe centrar y cuándo debe finalizar.

Tiene un buen uno contra uno y, a pesar de su estatura, no se deja intimidar por los jugadores más fuertes. Y lo mejor de todo es que ambos saben que con trabajo y esfuerzo todo es posible.