Algunos militares españoles denunciaron la alimentación de los cuarteles en '¿Te lo vas a comer?'

Este miércoles, Alberto Chicote ha decicido cambiar los restaurantes por los cuarteles españoles para averiguar las condiciones alimenticias de los militares en su exitoso programa '¿Te lo vas a comer?'. La visita del chef madrileño estuvo marcada por las numerosas quejas de los soldados en sus distintas localizaciones; generalmente, estos denunciaron la calidad de la comida.

Para ello, el especialista culinario visitó varios centros militares, donde todos cocinaban- especialmente- con fritura. El problema que estas comidas se repetían continuamente, además de ofrecer los alimentos en mal estado, según reflejó el programa.

"Muchos militares tienen miedo de sus mandos por denunciar la mala alimentación en los cuarteles", comenzó Chicote antes de mostrar platos con exceso de grasa o incluso con gusanos entre los restos de la comida. Así, muchos defensores españoles, con los rostros tapados y los destinos ocultos para no ser acusados de 'deslealtad a la bandera', decidieron dar voz a esta precariedad alimentaria.

"Me pueden suspender de empleo y sueldo, pero es que la comida del cuartel es incomible. Nos dan mucha fritanga, no sabes qué pescado te ponen y cuando te dejas te dicen que no estás en un restaurante", denunció un militante anónimo, con 18 años de experiencia, a través de una videoconferencia con el chef madrileño.

Otro, siguiendo la misma línea, llegó a afirmar que su salud corre peligro por la comida que les dan. Para reflejar estas palabras, el demandante le mostró un vídeo al presentador de '¿Te lo vas a comer?', donde se podía ver la mala calidad de alimentación: "Un menú ligero compuesto de chistorra, morcilla, una especie de pisto bañado en aceite y pan con mayonesa. Una vez nos dieron tortilla con moho e incluso alimentos caducados".

Estos testimonios generaron un rechazo de los ciudadanos por el mal trato de los altos represenantes con los militares en un tema tan importante como es la alimentación. Testigo de ello fue Twitter y sus múltiples críticas hacia los 'menús' del ejército.