'Conte' pendiente con Europa

Conte, entrenador del Inter

Conte, entrenador del Inter / EFE

Jonathan Moreno

Volcánico, impredecible. Sin pelos en la lengua. Antonio Conte no es un entrenador cualquiera. Quizás sea su carácter sureño de la Puglia el culpable de su éxito. Áspero, considerado por algunos, directo y honesto para otros. No hay nada más que recordar la rueda de prensa del último partido de Serie A ante el Nápoles. El de Lecce se cobró unas cuantas facturas y señaló a la cúpula directiva del Inter por falta de apoyo al equipo y cuerpo técnico. El terremoto fue tal en el Giuseppe Meazza que pusieron precio a la cabeza del técnico y se habló de una destitución fulminante. 

Pelillos a la mar. La clasificación para la final de la Europa League, acompañada de buen juego ha destensado el ambiente en el bando ‘nerazzurro’ de la capital lombarda.

Apuesta segura

Confiar un proyecto deportivo a Conte es hacerlo en firme. Conoce como nadie cómo formular la gloria. Lo demostró en su Juventus, tricampeona del Scudetto con él en el banquillo, y lo hizo en la siempre exigente Premier League, donde lideró al Chelsea al título liguero y de la FA Cup. En Inglaterra logró el hito de ser nombrado entrenador del mes tres veces consecutivas, una hazaña que nadie había logrado con anterioridad. Su relación en los ‘blues’ con Roman Abramovich se fue deteriorando hasta el punto de negarse a abandonar Stamford Bridge sin cobrar hasta la última libra de su contrato.

En su primera campaña en la ‘Bienamada’, Antonio Conte ha proyectado algunas luces y también muchas sombras, como la eliminación en los grupos de la Champions League. De hecho, Europa es su asignatura pendiente, donde sólo había alcanzado unas semis de Europa League con la Juve en 2014, tras caer ese mismo año en la fase inicial de la máxima competición. En 2013, el Bayern de Múnich, a la postre campeón, dejó a los ‘bianconeri’ en la cuneta en cuartos. En las filas del Chelsea llegó a octavos en 2018 donde se topó con el Barcelona. Ahora tendrá la oportunidad de redimirse ante un Sevilla que no le servirá el trofeo en bandeja.