Gabriel Deck se doctora en la victoria del Madrid ante el CSKA

Campazzo acabó con 18 puntos ante los rusos

Campazzo acabó con 18 puntos ante los rusos / EFE

EFE

El Real Madrid consiguió una importante y trabajada victoria ante el CSKA Moscú, por 97-81, en la que el alero argentino Gabriel Deck (17 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias) se doctoró en Europa.

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EUROLIGA

97
81
Alineaciones
REAL MADRID
(23+29+23+22): Randolph (12), Campazzo (18), Deck (17), Tavares (1) y Causeur (9) -cinco inicial-, Rudy (13), Garuba, Carroll (4), Llull (15), Mickey (5) y Thompkins (3).
CSKA MOSCÚ
(19+29+16+17): Bolomboy (12), James (14), Hackett (2), Kurbanov (2) y Hines (8) -cinco inicial-, Strelnieks (11), Voigtmann (20), Vorontsevich, Koufos (4), Hilliard (8) y Baker.

La conexión argentina entre Facundo Campazzo y Deck, junto a un triple de Anthony Randolph, consiguió un espectacular arranque, 9-0 en poco más de dos minutos, que obligó al entrenador del CSKA, el griego Dimitris Itoudis.

Fue, claro, un espejismo, porque el equipo ruso no tardó demasiado tiempo en igualar la contienda gracias a Kyle Hines que, 23 centímetros más bajo que Walter 'Edy' Tavares, le buscó las vueltas.

El primer acto finalizó con un igualado 23-19.

En el segundo cuarto, los dos equipos apostaron claramente por el ataque y los dos anotaron 5 triples en estos diez minutos. Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, aceptó la puesta en escena de Itoudis y jugó sin pívots en los últimos minutos, ante los problemas de Tavares y Jordan Mickey con el juego perimetral de los rusos.

Sergio Llull y Rudy Fernández, 3 de 3 desde los 6,75 metros, fueron los encargados de dar la cara en la anotación madridista, mientras que Johannes Voigtmann fue la verdadera pesadilla de Laso, porque no encontró a nadie que lo frenara. Los 17 puntos en el periodo del ala-pívot alemán lo dicen todo.

Al descanso se llegó con 52-48, aunque el CSKA se puso por delante, breve y levemente, en algunos momentos (28-31, min 13.30).

Tras el paso por vestuarios se secó la fuente de los puntos porque ninguno de los dos equipos anotó en los dos primeros minutos, pero el Real Madrid se las arregló para iniciar, como en los dos cuartos anteriores, con un 4-0 de parcial, 56-48 (m.23.30).

Fabien Causeur, con dos bandejas a canasta pasada, puso, un minuto después, la decena de puntos de ventaja, 58-48, que un nuevo triple de Randolph aumentó hasta el 61-48.

Tavares aprendió la lección y Hines no volvió a jugársela, mientras que Randolph le apretó las tuercas a Voigtmann. Deck siguió acaparando rebotes en defensa y buenas jugadas en ataque y el Real Madrid aumentó su renta, 66-51 (m.25.40).

Una técnica a Tavares -anteriormente le pitaron otra a Mike James-, pudo abrir un resquicio para la vuelta al partido del CSKA, pero el Real Madrid ya había encontrado una buena defensa en la que apoyarse e ir creciendo. Causeur y Deck se encargaron de la anotación y de cerrar el tercer cuarto con 75-64.

Una técnica a Randolph y un triple de Voigtmann permitieron al CSKA enseñar los colmillos, 75-68 (m.32.20). Pero 4 puntos seguidos de Llull restablecieron el statu quo.

Un 2+1 de James, bastante desaparecido para lo que acostumbra a anotar, permitieron a los rusos echar el aliento en el cogote al Real Madrid, 81-75 (m.34).

Los dos equipos más laureados de Europa, 18 títulos en total (10 el Real Madrid y 8 el CSKA Moscú), pusieron sobre la pista toda su historia, toda su sabiduría y toda su experiencia para abordar los últimos cinco minutos, 83-75.

Un triple de Nikita Kurbanov, 85-78 (m.37) fue contrarrestado con un 2+1 de Trey Thompkins y una 'bombita' de Campazzo dejó el partido prácticamente visto para sentencia a falta de dos minutos, 90-78.

El Madrid sigue invicto en su pista y negó la victoria a un CSKA con menos glamour que la pasada campaña, tras las salidas de Sergio Rodríguez, Cory Higgins y Nando De Colo, pero con el mismo peligro de casi siempre.