El Barça Lassa supo sufrir para tumbar a un aguerrido Zalgiris

Singleton aportó 6 puntos y 7 rebotes al triunfo azulgrana

Singleton aportó 6 puntos y 7 rebotes al triunfo azulgrana / JAVI FERRÁNDIZ

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

El Barça de Pesic logró tumbar al Zalgiris de Jasikevicius (quien por cierto fue recibido con una cerrada ovación en el Palau) y consolida la quinta posición. Todo ello gracias, también, a la derrota 'in extremis' del Olympiacos en Tel Aviv.

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EUROLIGA

78
72
Alineaciones
BARÇA LASSA
(23+22+15+18): Pangos (5), Kuric (6), Claver (2), Singleton (6), Tomic (11) -cinco inicial-, Seraphin (12), Blazic (2), Hanga (14), Heurtel (10) y Oriola (10)
ZALGIRIS KAUNAS
(20+18+24+10): Wolters (15), Grigonis (2), Milaknis (17), White (10), Kavaliauskas (4) -cinco inicial-, Thompson (-), Walkup (4), Westermann (-), Jankunas (4), Davies (8) y Ulanovas (8).

Los azulgranas tuvieron que 'picar piedra' y bajar a las trincheras para doblegar la resistencia del conjunto lituano. Un Zalgiris correoso hasta el límite con una defensa de ayudas que colapsó, en muchos momentos, el ataque azulgrana. Y de media pista en adelante, mucha velocidad de circulación de balón para buscar las penetraciones o doblar hacia afuera para triples francos.

El Barça, que tuvo a cinco jugadores en doble dígitos de anotación, mando sin estridencias durante los dos primeros cuartos (un +9 sería su máxima ventaja) gracias a su voracidad en el rebote ofensivo (7 capturas) que le permitió gozar de segundas oportunidades.

Pero el Zalgiris -con Jasikevicius es imposible bajar los brazos- jamás se rindió. Tras el descanso (45-38), los lituanos siguieron porfiando pese a que el Barça llegó a irse a un +10 (48-38).

Como un martillo pilón, la defensa lituana fue cerrando los espacios del ataque azulgrana. Y en la otra mitad de la pista, los triples devolvían al Zalgiris al duelo (60-62 al final del tercer cuarto).

Estaba claro que is quería ganar aquello, el Barça (fallón en los tiros libres con un 17 de 26) debía bajar al barro. Y los de Pesic lo entendieron. Tiraron de casta con jugadores impagables como Oriola y Hanga. Partiéndose la cara en las dos mitades de la pista, los azulgrana tuvieron claro que ese partido se debía de ganar punto a punto. Y se ganó siendo más voraz que el rival atrás y teniendo paciencia en ataque.

Hanga colocó el 75-68 a 1'10" para el final. Fue el principio del fin para la suerte del duelo. El Barça ya suma 13 victorias y, lo más importante, es que sabe sufrir para sacar adelante duelos que no son proclives a las bondades cestistas. El parón europeo por la Copa del Rey deja a los azulgranas en un excelente escenario.