Vargas ya suda la camiseta

Matías Vargas ya sabe lo que es sudar luciendo el escudo periquito en el pecho. Tras ser anunciado el pasado domingo como nueva incoporación blanquiazul, el argentino aterrizó este lunes a primera hora en el Aeropuerto de El Prat para superar la protocolaria revisión médica.

Durante los exámenes se le pudo ver por primera vez portando el emblema de su nuevo equipo, aunque fuera con la equipación de entrenamiento, y posteriormente posando con una bufanda blanquiazul. 

Ilusión absoluta

Superadas las pruebas, el ‘Monito’ se dirigió por primera vez a la hinchada espanyolista a través de los medios del club y subrayó lo pronto que se sintió atraído por la propuesta de la entidad barcelonesa: “En cuánto hablé con la gente del Espanyol me encantó el proyecto, me encantó el club... Me atrapó. Luego me adentré en el club, empecé a averiguar y, sinceramente, sentí que esto era lo mío, que yo quería y debía venir acá”.

Un enamoramiento que no ha hecho más que reafirmarse tras sus primeras horas en la Ciudad Condal. “El recibimiento de la gente del club fue muy lindo. Estoy muy contento, lo que he visto de la ciudad me ha encantado”, declaró Vargas, cuya incorporación ha costado a las arcas blanquiazules 10,5 millones de euros.

Un importante desembolso que obliga al rendimiento inmediato, exigencia que no preocupa al argentino, ansioso por vestirse de corto y conocer a sus compañeros: “Ponerme esta camiseta me genera una gran emoción. Solo puedo pensar en el entrenar mañana y prepararme para lo que pueda aportar al equipo”.

Asimismo, el delantero de 22 años reconoció que cruzar el 'Charco' supone un gran paso adelante en su carrera, pero dijo estar preparado para afrontar este reto. “Estar acá es pegar el salto. Soy una persona arriesgada, no me importa dejar lo que dejé atrás. Yo vengo acá, arranco de cero y espero poder aportar, estar a la altura de semejante club”, aseguró en un alarde de personalidad el salteño, ya internacional con la absoluta de la ‘Albiceleste’.

Abonado a los grandes desafíos, el ‘Monito’ resaltó la aventura periquita de este curso en la Europa League, que arrancará el 25 de julio, como un aliciente añadido en su interés por recalar en el Espanyol. “Me encantó saber que pronto hay un partido muy importante para la historia del club, así que espero poder aportar al máximo desde el lado que me toque y estar a la altura de esta institución”, apuntó.

Gallego, encantado

Lo que todavía se desconoce es si el jugador podrá estrenarse este martes con la camiseta blanquiazul en el amistoso frente al Peralada que descorchará la pretemporada periquita a partir de las 19.30 h. En rueda de prensa, el técnico David Gallego prefirió no mojarse en este sentido aunque sí expresó su deseo de incoporar al argentino cuanto antes en la dinámica de la plantilla. 

Cuestionado sobre el salto de calidad que aporta la llegada de Vargas, el preparador suriense destacó la “versatilidad” de un delantero caracterizado por su habilidad, desparpajo y buen trato de balón; acostumbrado a jugar como segundo punta o echado a la banda izquierda. “Incorporar este perfil va ayudar a que seamos mucho más competitivos, a que tengamos muchas más variantes”, analizó Gallego. 

Sintonía con la directiva

La del ‘Monito’ ha sido una operación que ha satisfecho de lo lindo al cuerpo técnico, con Gallego a la cabeza, que aprovechó el foco que le brindaba la sala de prensa para mandar un mensaje de agracedimiento hacia las oficinas del club: “La comunicación con la dirección deportiva es total y continua. Quiero felicitarlos porque están intentando darme las mejores herramientas para hacer un equipo que suba su competitividad, como ya pasó el año pasado”.

No queda más remedio. Pendiente todavía de si podrá contar con figuras como Mario Hermoso o Borja Iglesias, el preparador catalán avisa a navegantes: “Nos viene una temporada muy exigente, dura, de mucho trabajo y mucho esfuerzo”.

Ante el reto de rendir en tres competiciones, incorporaciones como las de Vargas son una señal inequívoca de que la directiva está haciendo los deberes aunque el verano se vaya a hacer muy largo.