De Tomás, fruta prohibida para el Atlético

Con los polvorones y el turrón todavía en las muelas, el mercado de fichajes asoma a la vuelta de la esquina. El próximo lunes 4 de enero abre un nuevo bazar de oportunidades en España y el Espanyol, sin pretenderlo, podría ser uno de los damnificados. En las oficinas del RCDE Stadium no se vislumbra ningún movimiento, al contrario de la inversión invernal del curso pasado. El equipo funciona y camina con paso firme hacia su objetivo. 

Sin embargo, en sus filas milita un oscuro objeto de deseo para muchos clubes: Raúl de Tomás. A juzgar por las palabras del delantero madrileño, su futuro cercano pasa por seguir defendiendo la blanquiazul. RDT es hombre de palabra y no entra dentro de sus planes abandonar el barco en medio de la travesía. Pero el mar del fútbol es proceloso y nunca se puede decir de este agua no beberé, por muy salada que esté. 

A toda costa

Está el Atlético de Madrid en búsqueda activa de delantero. La espantada de Diego Costa obliga a Gil Marín, Andrea Berta y compañía a desempolvar la lista de futuribles y buscar un ‘bueno, bonito y barato’ en el mercado. La actitud y aptitud de Raúl de Tomás no han pasado desapercibidas en muchas entidades de Primera División. Sus doces goles son un reclamo apetecible. Otro cantar será convencer al Espanyol a que rebaje su cláusula de rescisión, dado que su cláusula liberatoria caducó finalizada la ventana estival-otoñal de fichajes. El futbolista firmó la temporada pasada proveniente del Benfica portugués a cambio de 22,5 millones de euros y el club blanquiazul le tasó en 60 ‘kilos’, una cantidad fuera del alcance de cualquier economía, especialmente en los tiempos de pandemia que corren. Así, tal y como informa ‘Goal.com’ en palabras de Rubén Uría, el Atlético piensa en De Tomás pero prácticamente le descarta debido a su prohibitivo precio. 

El Espanyol no se plantea desprenderse de su principal activo, mucho menos a mitad de curso y viendo la capacidad resolutiva y de sumar puntos del atacante. El regreso a Primera pasa por las botas del ariete madrileño. Conservarlo hasta, al menos, final de temporada debe de ser el mejor fichaje invernal.